En tiempos donde la moda se ha democratizado para los mortales, las colaboraciones crecen a la velocidad de la luz. Así es cómo el siglo XXI impacta con su hype.

Si algo define esta etapa de la moda es el término “colaboración”. Una fiebre que comenzó a tomar fuerza luego de que H&M anunció su primera colaboración con un diseñador de lujo, Karl Lagerfeld, en 2004. Una mancuerna un tanto inusual en ese tiempo pero que democratizó la moda de lujo en tiempos de crisis económica. Después de quince años rompiendo los cánones estipulados, el fanatismo no tiene fin.

El poder de las colaboraciones y las fusiones creativas en el siglo XXI

El pionero fue el japonés y padre de la anti-fashion, Yohji Yamamoto, cuando juntó su visionaria estética con aquella de la marca de sportswear, Adidas. Fungiendo como una sub-marca del diseñador, Y-3 explora una cara muy particular de la moda en las calles.

El poder de las colaboraciones y las fusiones creativas en el siglo XXI

Una revolución que embellece y empodera el entusiasmo que existe en torno a la moda hoy en día. La industria que ahora se cataloga como un círculo social extravagante y que resguarda exclusividad dentro de sus más confinados espacios, se vende como un sueño. Democratizar el sistema parece ser un lujo inesperado.

La cofundadora de la concept store parisina Colette, Sarah Andelman, define una colaboración como la oportunidad de explorar panoramas más allá de lo esperado. En un Op-Ed para Complex, Andelman relata sobre la importancia para las marcas de lujo de salir de la rutina. Ella, como una intermediaria (y curadora) catapultó la explosión creativa —desde un encendedor, hasta unos sneakers, Colette hizo posible tener hasta el más mínimo artefacto con nombre de diseñador.

El poder de las colaboraciones y las fusiones creativas en el siglo XXI

Una receta que sigue agregando ingredientes para ser mejorada y que borra la delgada línea entre el high-street y la haute couture. Supreme y Louis Vuitton desmantelaron el lujo, River Island y Ashish empoderaron el género, y H&M y Erdem desafiaron los ideales. Cada una, a su modo, habla con mensajes subliminales con el fin de vender un sueño a una generación que cuestiona cada movimiento —he aquí el vínculo social y creativo.

El poder de las colaboraciones y las fusiones creativas en el siglo XXI

Mientras la evolución continua, las colaboraciones crecen. El pastel que se divide en minúsculas porciones, pero que sigue generando filas y filas de personas que buscan ser miembros del prestigiado club, ha logrado posicionarse en un prestigioso pedestal con una lista interminable. Las fusiones que ahora son el pan de cada día resultan ser la llave al éxito en la industria del siglo XXI.

 

*IMÁGENES: Cortesía y Mondadoria Photo.