Una cosa es trabajar desde casa, y una totalmente diferente es hacer home office, en plena cuarentena, con toda la familia en casa. En la primera puedes organizar tus tiempos y actividades para sacar adelante todas las tareas que hay que entregar; y en la segunda, el día a día se vuelve una carrera contra el reloj en la que – como mujer – hay que hacer malabares para atender al trabajo, a la familia y a los deberes del hogar.

En una situación de pandemia como la que vivimos actualmente, todo lo que pase al interior de la casa se vuelve esencial, y no aplica el “lo dejo para mañana”. Quienes somos madres sabemos la importancia de no descuidar la educación de los hijos, por lo que se vuelve primordial que tomen sus clases virtuales todos los días, sin descuidar las actividades de esparcimiento y familiares para mantener su salud mental y emocional. ¡Pan comido!

En cuanto al trabajo, hay que procurar no dejar ningún pendiente para el día siguiente, pues una carga extraordinaria se puede volver insostenible en estos tiempos, especialmente cuando también hay que cocinar, lavar trastes, lavar la ropa, mantener todo lo más ordenado posible y darnos un espacio personal para relajarnos y mantenernos sanos.

Pero, ¿es todo esto posible? Te compartimos estos tips para no morir en el intento.

1.- Usa el método tradicional de las listas

Diariamente, antes de empezar, escribe una lista de todas las cosas que tienes que hacer en el día, y asigna prioridades: las que tienen que quedar en determinada hora, las que pueden ser flexibles y sacarlas poco a poco a lo largo de la jornada, o las que el mundo no se acaba si las dejas para otro día. 

De esta manera tienes claridad desde el principio en lo complicado o no que puede estar un día, así como los recursos o materiales que necesitarás a lo largo del día. Con este panorama visible desde el principio el día fluirá de mejor manera, pues no habrá sorpresas justo antes de comenzar alguna actividad (aunque con los niños nunca se sabe). 

2.- La rutina sí funciona

Mucho nos hemos quejado de la rutina anteriormente, pero en la nueva normalidad la rutina funciona perfectamente. Si no establecemos horarios, actividades y delegamos tareas a los demás miembros de la familia o a nuestros compañeros de trabajo, el día se vuelve eterno, cansado y da la sensación de que el trabajo nunca termina y no hay espacio para actividades de índole personal.

La recomendación es que armes un calendario familiar en la que cada una de las personas que viven en tu casa tengan asignadas tareas del hogar, así ya cada quien sabe qué es lo que tiene que hacer o cómo cooperar para que la convivencia tan estrecha de estos días funcione, y tú tampoco cargas en tus hombros la carga familiar completa. 

De esta manera también sabes en qué momentos del día puedes ponerte en mood concentración para meterle velocidad a tus entregables del trabajo.

3.- ¡No te descuides!

Lo primero y más importante es que para poder estar a la altura de las circunstancias que esta nueva normalidad nos exige, tenemos que estar bien. Nunca te descuides, en realidad no es tan difícil.

  • Quítate la pijama: Mantén tu rutina de baño, belleza, etc.
  • Come a tus horas: Si estás acostumbrada a comer 3 veces al día, hazlo. Si haces 3 comidas y 2 colaciones, hazlo. Escucha a tu cuerpo. E hidrátate todo el tiempo.
  • Duerme lo suficiente: si es posible, no te desveles para que no te cueste despertar y tengas la energía que necesitas.
  • Date tu espacio: no todo es hijos, pareja, trabajo. Es importante que, cada que puedas, te dediques un tiempo de esparcimiento para hacer lo que te plazca

4.- Está bien decir no puedo 

¡Olvídate de ese concepto de la mujer maravilla! La mujer maravilla que lo puede con todo, ¡no existe! (perdón, fans de DC Comics). Sí, eres fuerte, puedes con los retos que la vida te pone en frente, pero nunca te hagas más fuerte de lo que eres. Está totalmente bien decir “no puedo”, decir “hasta aquí”. Está bien llorar de cansancio, de frustración, de tristeza. Y está bien pedir ayuda cuando lo necesitas, especialmente en estos días tan complicados. ¡Hazlo! 

 5.- Comunicación, la base de todo

Lo que funcionó con el trabajo presencial o de home office regular, definitivamente no funciona ahora tal cual. De hecho, lo que funcionó al inicio de la pandemia, no necesariamente funciona ahora. Así que, la comunicación es la base de todo. Si trabajas en alguna empresa, platica con tu jef@ de tus necesidades personales y familiares, y encuentren la dinámica, horarios o ritmo de trabajo que mejor funcione para ambas partes. Te aseguro que encontrarás la flexibilidad y comprensión que necesitas.

Y si tú eres la jefa, platica con tu equipo de trabajo respecto a las necesidades de todo el equipo y encuentren la dinámica que funcione para todos. Eso sí, ahora que nadie se ve las caras, es importante mantener comunicación directa y avisar de cualquier eventualidad para que no se malinterpreten las cosas.

 ¡Ponlos en práctica y verás cómo a estas alturas de la pandemia – que todavía va para largo – tu equilibrio laboral y familiar, mejorará! ¡Suerte!

*IMAGEN: Still Malas madres