Moda
Pierre Bergé, el amor de Yves Saint Laurent, tenía una poderosa frase que describe a la perfección su trayectoria en el mundo de la moda: “Si Chanel le dio libertad a las mujeres, fue Saint Laurent quien las empoderó”. Y sí, el diseñador francés fundó su maison homónima en 1961, cubriendo más que la necesidad de vestir. Yves marcó una nueva era para las mujeres, una minimalista y andrógina que les dio el poder de expresar su identidad con piezas sastreadas que solo hombres usaban en aquella época.
Le Smoking definió una era de cambio en la moda y se convirtió en la pieza simbólica de la firma que todos hoy conocemos como Saint Laurent. El traje de tres piezas se popularizó a finales de los sesenta y con el paso de los años diferentes firmas lo han adaptado dependiendo las tendencias del momento. Hoy en día, ¿quién no tiene uno?
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Pero años antes —en 1965— de que la gente aceptara la nueva silueta de Le Smoking y se convirtiera en una sensación, el creativo francés presentó al mundo la icónica Mondrian Collection que marcó un momento importante en la historia de la moda hace sesenta años. Esta estaba formada por seis vestidos a la rodilla, inspirados en la obra del artista holandés Piet Mondrian, haciendo alusión con figuras geométricas, líneas y bloques de color en los tonos primarios. Aunque parezcan prendas sencillas, en realidad su construcción requería trabajo intensivo y horas de trabajo artesanal.
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En 1967 llegó otro de los momentos que marcaron la carrera del couturier. Luis Buñuel estrenó Belle de Jour, un filme protagonizado por la famosa actriz y cantante Catherine Deneuve, cuyo vestuario fue diseñado por Yves Saint Laurent. Su personaje reflejaba una personalidad delicada, frágil y seductiva y, a la vez, una estética súper elegante que muchas querían imitar. Una de las prendas que la actriz popularizó fue un abrigo negro, inspiración tanto de diseñadores posicionados en la industria como para emergentes. Y claro, en ese entonces su estilo se convirtió en uno de culto que levantó las ventas para la firma francesa.
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Por otro lado, en 1976 Yves creó una de sus mejores colecciones, llena de color, con acabados perfectos y de construcción impecable, inspirada en la cultura Rusa. “No sé si es mi mejor colección. Pero es mi más bonita colección”, dijo el couturier. ¡Y así fue! Incluso, The New York Times se refirió a Opéras et Ballets Russes como como una serie revolucionaria, declarando que cambiaría por completo el rumbo de la moda.
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