Moda
Julien Dossena llegó a París con una colección para Paco Rabanne completamente alusiva la década de los setenta, una en donde Abba era el grupo que todos escuchaban, bailaban Summer Nights de Grease y cantaban los más grandes hits de The Jackson 5.
Pero esta serie va más allá de la inspiración en patrones y motivos gráficos representativos de la década, pues esta fue una que dio lugar a la liberación, tanto de mujeres como de la comunidad LGBTQ y una donde los patrones de consumo empezaron a cambiar, especialmente por subculturas de jóvenes y adolescentes. Las prendas se convirtieron en un sistema de signos y la artesanía revivió por el interés de crear cosas manualmente por medio de procesos creativos como tejidos, bordados y estampado de textiles en serigrafía.
46 siluetas que el creativo francés presentó en el marco de Fashion Week, incluyen sets sastreados, vestidos metálicos y jerseys que fueron protagonistas junto a elementos naturales, tales como mariposas, aves, flores y además corazones XXL.
Tonos vibrantes como azul, rosa y amarillo se fusionaron con looks metálicos y destellos en morado y naranja contrastaron negro como el tono principal. Los detalles que se apoderaron de la colección y conforman el volumen son holanes, cuellos representativos de la década en cuestión y mangas abombadas.
Jumpsuits con escotes pronunciados, estampados con corazones y círculos en colores vibrantes que contrastan con un fondo negro nos llevaron atrás en el tiempo. Así como materiales ligeros en seda como lamé tornasol, gasa y charmeusse donde estampados florales se traducen en distintas formas y tamaños.
Líneas rectas y tartanes se fusionaron y suéteres con la bandera emblemática de la comunidad LGBTQ conquistaron el desfile. Medias en tonos vibrantes como azul y rojo se complementaron con pumps metálicos y botas altas de cuero con flores. Finalmente, total looks en mezclilla, botas y botines en cuero y detalles como flecos en los bolsos le dieron un aire western a la colección.
