Moda
La noche en el Grand Palais tenía algo de mágico. Chanel convocó a su constelación de embajadores para presenciar el debut más esperado de la temporada: Matthieu Blazy al frente de la maison. Bajo un universo suspendido de planetas luminosos, las estrellas de Hollywood y de la moda se reunieron para celebrar una nueva era.
El desfile comenzó con la puntualidad parisina interrumpida solo por el encanto de Jennie, quien cruzó la pasarela con un abrazo a Lily-Rose Depp mientras la música ascendía en intensidad. Ese gesto marcó el tono de la noche: espontáneo, cercano y cargado de energía.
Pedro Pascal, sentado en primera fila, aplaudió con orgullo al ver desfilar a su hermana Lux. Vestido con un suéter Chanel, el actor compartió su admiración por Blazy: “Fue un debut increíble. Se nota que diseña con emoción. Cada prenda contaba una historia”. Su entusiasmo reflejaba el espíritu del público: una mezcla de respeto, curiosidad y fascinación ante la nueva visión creativa.
Matthieu Blazy no se limitó a reinterpretar los códigos de la casa; los expandió. Siluetas fluidas en seda, trajes estructurados con toques metálicos y transparencias que jugaban con la luz crearon un equilibrio entre fuerza y delicadeza. Fue un homenaje al legado de Coco, pero con la energía del presente.
Entre los asistentes, Margot Robbie deslumbró con un vestido en tono champaña, Nicole Kidman apostó por la elegancia minimalista, y Tilda Swinton añadió un toque artístico con su estilo andrógino. Ayo Edebiri, en su primera aparición como embajadora de la marca, resumió el sentir general: “Me siento inspirada. Es un renacimiento lleno de alegría”.
Sofía Coppola, testigo privilegiada del universo Chanel desde su juventud, destacó la coherencia del nuevo capítulo: “Es diferente, pero sigue siendo Chanel. Tiene poesía y modernidad”.
El cierre, con una lluvia de destellos dorados cayendo sobre la pasarela, selló el momento: Chanel no mira al pasado, sino a las estrellas. Matthieu Blazy logró transformar una colección en una experiencia sensorial, donde cada detalle brilló con significado.
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