Existe una figura en el mundo de la moda capaz de hacer despegar, o no, la carrera de un modelo; y no, no estoy hablando de un booker, hablo (redoble) de los directores de casting.

Tú, has pasado el casting. Harás el desfile.

Unos seres desconocidos hasta para muchos que se hacen llamar fashion victims, pero de cuyas decisiones, al más puro estilo Julio César, dependerá que una modelo sea confirmada para un trabajo o no. De esta manera, para que una maniquí desfile, por ejemplo, en la pasarela de Louis Vuitton deberá pasar muchas pruebas, siendo la última Marie-Amelie Sauvé, fashion consultant de la firma (y, por ende, la encargada de ser el filtro selector del casting). Algo que hace imposible caminar sobre la reputada pasarela simplemente por amiguismos.

«Are you gonna love me back» sonaba de la voz de Najwa Nimri en Super Modelo.

Para comprender en qué consiste su trabajo, cuáles son sus retos y para quién se han encargado de buscar rostro y cuerpo, hablamos con cuatro profesionales del sector: Esther García, de Esma Proyectos; David Cabaleiro, de Pin Up Comunicación; y con Paloma Ordás y Laura Cepeda, especializadas en el mundo de la publicidad, el cine y la televisión.

Director de casting
© Mondadori Photo.

¿Cómo es el trabajo?

Se trata de ver modelos, seleccionarlos, y clasificarlos por estilos para asignarlos a posibles clientes interesados. Así se crean listados que se solicitarán a las agencias que representan a cada modelo, explica Esther García.

Toma, toma, estoy contratada para el desfilaco del año.

¿Para qué clientes?

Paloma Ordás es la culpable de que hayamos visto en televisión a modelos siendo imagen de Movistar, Nike, Coca-Cola o Carolina Herrera. Precisamente para este último, en el anuncio del perfume 212 VIP, consiguió que, pese a que el casting y todo el rodaje estuviese realizado en Madrid, pareciese Nueva York.

Esther García, por su parte, no me lo cuenta, pero yo os lo chivo: es la responsable de MBFW Madrid y Barcelona 080, y de desfiles de clientes tan relevantes como Mango. Vamos, que si ella no da el visto bueno a una modelo, difícil lo tiene para subirse a una pasarela nacional.

Porque yo lo valgo.

¿Por qué se escoge a una modelo y se descarta a otra?

Según David Cabaleiro (encargado del casting del MFShow o de la Pasarela Adlib) se intenta hacer una propuesta heterogénea, es decir, satisfacer a los distintos diseñadores que presentarán sus colecciones. En esa selección hay modelos con distintos rasgos (edad, raza, complexión…) pero siempre con unas características comunes: que sean altos/as, que tengan experiencia en pasarela, que den bien en cámara o que tengan trayectoria internacional (que eso da mucho callo).

Entonces, ¿es imposible entrar en un círculo tan cerrado? Que no cunda el pánico, porque también les gusta dar una oportunidad a caras nuevas y apostar por nuevos nombres. Menos mal.

¿Qué vale más: su poder de decisión o el del cliente?

Todos coinciden en tener la primera palabra, hacer de filtro, ser los intermediarios con las agencias en las negociaciones (la parte más dura); aunque la última nota es del cliente que para eso es el que pone la pasta. Pero que conste que no se rinden en determinados momentos de divergencia y no se cortan en recordarles que han sido contratados para que pongan sus conocimientos y criterio en uso.

¿Cuál fue ESE casting que supuso un reto?

David Cabaleiro se desespera cuando un cliente quiere subir a la pasarela a amigos o compromisos que no son modelos profesionales, porque no todo el mundo puede desfilar y esto hace que se pierde la coherencia preestablecida. Pero lo más complejo es cuando hay que buscar en otros países, por ejemplo, como le ocurrió a Laura Cepeda para el rodaje de Habana Blues que se realizó al completo en Cuba.

Modelos en el backstage de Lacoste. © Mondadori Photo.

¡¡Queremos anécdotas!!

Las situaciones curiosas se suelen dar a menudo. Paloma Ordás nos pone algunos ejemplos: cuando se buscan músicos o camareros de verdad, fans de fútbol, gente de aspecto convencional…

Esta chica vale para este look y este y este otro. Ella vestirá todas las salidas del desfile.

¿Hay modelos comodín?

Aunque lo pueda parecer, porque vemos muchas veces los mismos rostros repetidos en cantidad de anuncios y en desfiles, no es así. Al menos nuestros expertos son rotundos en su no pero vaya, que sí.

Hay que tener en cuenta la versatilidad que poseen, lo bien que desfilan, lo mucho que han gustado en ediciones anteriores a la gran mayoría de diseñadores, si tienen buenos dotes como actores, si tienen formación… Vamos, que algunos cuentan con más puntos de ventaja que otros para repetir, pero siempre se debe a que son grandes profesionales.

Dientes, dientes, que por ahí llega el director de casting.

¿Y listas negras?
Dicen que no se guían por amistades o afinidad, que en este trabajo no se deben mezclar los temas personales. Eso sí, hay comportamientos que suelen provocar el veto: los modelos irrespetuosos con el equipo (maleducados, tardones, quejicas, sucios…), independientemente de su carrera, son los que más papeletas tienen para no ser recomendados a sus clientes. Es más, Esther García no me da nombres pero habla de una modelo a la que sí tiene en esa lista, porque no fue profesional en un trabajo realizado recientemente en Basilea…¿Quién seráaaa? Muero por saber.

¿Sois conscientes de que de vosotros depende el éxito de un modelo?
Claro que lo son, y se sienten orgullosos y con cierta satisfacción de haberles dado una oportunidad, sobre todo cuando se trata de new faces. Además, cuando les ven futuro tratan de hablar con estilistas, diseñadores y prensa de moda para ayudarles a darse a conocer. La única que ‘discrepa’ es Laura Cepeda, quien cree que todo el mérito es de los protagonistas, de su formación, físico, del momento que viven y, por supuesto, del azar.

Cariño, el próximo año no estarás en Moda Cálida.

¿Algo más que añadir?
Laura me dice que tendré que leerlo en sus memorias no me las pienso perder, Esther se pone reivindicativa y opina que nuestras pasarelas se merecen ser consideradas tan importantes como otras internacionales gracias a los grandes equipos que trabajan en ambas, David recalca lo difícil que es este trabajo para obtener grandes resultados y, Paloma, me hace bajar de mis stilettos al explicarme cómo fue el casting con niños ciegos para unos testimoniales de la Once, u otro para la Cruz Roja en un poblado de gitanos donde, antes de hacer el casting, había que desayunarse unos huevos fritos…

Visto en la Rue St. Honoré durante la Semana de la Moda de París.