Por Enrica Brocardo

Laura y Sofía. Dos mujeres que pertenecen a dos generaciones y lugares lejanos. En lo artístico, Pausini creció en los piano bar de la costa de Emilia-Romaña, en donde se presentaba, una potente voz en un cuerpo aún inmaduro, el de una niña. Loren, nacida en Roma, creció en Pozzuoli bajo los bombardeos y regresó a la capital cuando tenía 15 años, el cuerpo y la mente listos para hacer de ella una diva. Ambas han conquistado el éxito con determinación, transformándose en dos de las mujeres italianas más famosas del mundo. Y ahora, gracias a la película La vita davanti a sé que se estrenó en Netflix el 13 de noviembre, las encontramos involucradas en el mismo proyecto que es a la vez todo un sueño: una nominación al Oscar. Sofía interpreta a una sobreviviente del Holocausto que se dedica a cuidar a niños en condiciones precarias en Bari. Por su parte, Laura le da voz a “Io sì (Seen)”, canción que compone el soundtrack. La película habla de cómo en las relaciones con los otros, así como en las amistades, podemos encontrar nuestra verdadera humanidad, valorando a la vez las diferencias que nos hacen únicos. Tal y como se lo contaron a Grazia la diva y la popstar.

Aquí, la diva habla con la cantante sobre los retos que las mujeres deben aún afrontar en cuanto a la paridad de género. En estos días difíciles a causa de la pandemia, el diálogo entre ambas se vuelve una declaración de amor a Italia.

A propósito del ser único, ¿qué rasgo de carácter es el que, más que otros, las hace las personas que son?

Laura Pausini: Soy terca. Si se trata de algo en lo que creo, me lanzo a luchar sin tregua, decidida a alcanzar y a defender aquello que amo.

Sofía Loren: Soy una persona leal. En la vida eso es importante: poder contar con alguien es fundamental.

¿Hay algún rasgo especial que heredaron de su familia? ¿En especial de su madre?

Sofía: Yo heredé su pasión y su intensidad emotiva.

Laura: De mi madre heredé la racionalidad, la paciencia y el sentido del sacrificio.

¿Y qué característica suya ven en sus hijos?

Laura: Paola es una niña creativa, curiosa, apasionada por aprender y conocer cosas nuevas y abierta al mundo como yo. Pero a sus 7 años es mucho más independiente de lo que yo era a su edad. Esto me llena de orgullo, aunque espero siempre poder ser su refugio.

Sofía: Para Carlo y Edoardo la familia es muy importante. Los rasgos de carácter que compartimos son el amor y el compromiso.

Laura Pausini y Sophia Loren: un encuentro único, una conversación íntima

Lo que nos hace únicos también son los defectos. ¿Cuál es su pequeño defecto que han aprendido a aceptar?

Laura: Soy perfeccionista, atenta a los detalles, no dejo nada al azar y desafortunadamente esto a veces me consume, pero así soy desde niña. Estoy aprendiendo a reconocer que mis límites son parte de mí y que cuando no lo logro puedo pedir ayuda a los demás.

Sofía: Como Laura, yo también soy una perfeccionista, a veces demasiado meticulosa. Pero he aprendido a dejar fluir las cosas y confiar más en los demás.

Para Madame Rosa, la protagonista de La vita davanti a sé, el recuerdo más importante y al cual no renunciaría nunca en una tarjeta postal con mimosas plasmadas en ella que resguarda desde siempre. ¿Cuáles son sus recuerdos únicos y especiales?

Laura: Seguramente los que tuve cuando nació Paola, que están acompañados de las notas de un playlist que hice especialmente para acompañar nuestro primer encuentro. Y después mi victoria en el Festival de San Remo en 1993, que me cambió la vida. Pero también están todos aquellos momentos felices reunidos con la familia. Pienso, por ejemplo, en la boda de mis padres que decidieron volverse a casar para festejar sus 50 años de matrimonio. Ellos son para mí el ejemplo más grande.

Sofía: Siempre llevo en el corazón el recuerdo de cuando nacieron mis hijos. Tuve abortos espontáneos antes de quedar embarazada de Carlo Jr. No me olvidaré jamás de cuando lo tuve en mis brazos y cuando cargué a Edoardo por primera vez. Si cierro los ojos todavía puedo percibir el olor de sus pieles, sentir sus cuerpecitos sobre mi pecho.

¿En qué cosa siguen idénticas a cuando eran niñas y estaban empezando?

Laura: Siento la misma emoción y el mismo miedo cuando subo al escenario. Nunca doy nada por sentado.

Sofía: Sigo entusiasmándome por la vida y por lo que me traerá el futuro. El mundo está aún lleno de sorpresas.

Siempre pensaba que las personas famosas eran inalcanzables y diferentes a nosotros. Después me volví una de esas personas famosas y me di cuenta de que ser conocida es sólo la consecuencia de aquello que haces con mucha pasión, empeño y suerte, dice Laura

¿Fue difícil seguir siendo las mismas a pesar del éxito?

Sofía: Nunca permití que la fama eclipsara la identidad de mis orígenes. Soy cien por cien napolitana, de Pozzuoli. Punto. Esa es mi fuerza y fuente de inspiración constante.

Laura: Creo que la educación que recibí me preparó para enfrentar casi cualquier prueba de la vida. Pienso que mi éxito deriva en gran parte de la autenticidad. Permanecer fiel a mí misma ha sido la verdadera suerte de mi carrera y de mi vida y le ha permitido a tantas personas que me siguen sentirse parecidas a mí.

¿Qué es lo que hace que una actriz o una cantante se conviertan en una diva internacional y un icono?

Sofía: No creo en la palabra icono, pero sí en la palabra “ser humano”. Lo que cuenta es quién eres por dentro cuando no hay nadie mirándote. Cómo te comportas cuando los focos no apuntan a ti. La educación, la moral, el amor y el tiempo que le dedicas a los demás son los ingredientes que hacen de un ser humano una estrella o un ícono.

Laura: Siempre pensaba que las personas famosas eran inalcanzables y diferentes a nosotros. Después me volví una de esas personas famosas y me di cuenta de que ser conocida es sólo la consecuencia de aquello que haces con mucha pasión, empeño y suerte. A parte de esto somos personas iguales a las demás, tal vez con vidas un poco más bizarras. Pero es el corazón lo que cuenta y quienes están tras las paredes de casa son los que hacen de mí la persona en la que me transformo cuando canto.

Italia está atravesando, junto a todo el mundo, un momento muy difícil a causa de la pandemia. Para ustedes, ¿cuál es la fuerza o la característica única de los italianos en la que se reconocen y que es un símbolo de su país?

Laura: La pasión, la creatividad, el coraje, el corazón. Llevar esta bandera alrededor del mundo me llena de orgullo y es una responsabilidad que espero ganarme cada día con mi trabajo.

Sofía: Pienso también que los italianos vivimos nuestra vida con el corazón. Hoy más que nunca sigo siempre su voz.

¿Su gran fama internacional las ha hecho sentirse aún más orgullosas de ser italianas?

Sofía: Absolutamente. Mi identidad de persona y actriz está ligada de manera indisoluble a mis raíces italianas, no podría estar más orgullosa.

Laura: Me siento muy feliz cuando me presentan en la televisión o en la radio o en algún artículo de una revista y al lado de mi nombre siempre escriben “italiana”. No creo que hubiese tenido esta carrera si hubiese nacido en otro país. Mi manera de ser y de pensar es italiana por excelencia y mi música es el reflejo de lo que soy desde siempre.

Laura Pausini y Sophia Loren: un encuentro único, una conversación íntimaSofía, tu hijo Edoardo te dirige en esta cinta y Laura, tu pareja, Paolo, colabora contigo para la música. ¿Qué tal es trabajar en familia?

Laura: No siempre es fácil porque cuando no piensas de la misma manera en lo artístico me siento hecha pedazos. Por eso siempre trato de elegir mis canciones sola. Tengo una responsabilidad conmigo misma y un deber hacia quien me ha llevado hasta el éxito: el público. Dejarme influenciar por las personas que amo es fácil, pero no puedo permitirlo. No es correcto. Al mismo tiempo, si no tuviera a mi lado a mi tribu, no me sentiría protegida. Trabajo con mi papá, con mi hermana y con mi pareja. Así lo elegí y sin ellos sería todo muy complicado para mí.

Sofía: Trabajar con mi hijo ha sido una alegría pero a la vez ha sido arduo. Tenemos una conexión profunda, bastan una palabra o una mirada y entiendo exacto qué quiere de mí en una escena. Pero él me conoce tan bien que sólo está contento cuando logra sacar lo mejor de mí. Y no cede.

¿Cómo son como mamás Sofía Loren y Laura Pausini? ¿Qué hijas fueron?

Laura: De chica era una pícara, sigo siéndolo. En cambio, soy una mamá enamorada de mi hija y verla crecer me sorprende cada día. A veces me da miedo porque quisiera, como en todas las cosas, ser perfecta para ella. Busco ser estricta en justa medida, ponerle reglas, observar su comportamiento para saber qué tipo de mujer será. Admiro su fuerza aun siendo tan chiquita, su carácter y su dulzura. Temo cada indiferencia y sé que será duro verla dar un paso tras otro para descubrir el mundo. Pero tengo una admiración tan grande por la fuerza que tuvo mi madre para regalarme la posibilidad de vivir la vida que quería, que me siento con el deber hacia Paola de ofrecerle el mismo privilegio. Tengo una madre increíble, que, cuando regreso a casa es sólo mi madre, no me pide nada de mi trabajo, pero a menudo lo padece.

Sofía: Esta pregunta sería mejor hacérsela a mis hijos. A menudo, la mamá que crees ser es exacto el contrario a lo que tus hijos han vivido. Lo que sí puedo decir es que mis muchachos siempre fueron mi prioridad. En la vida fui madre, antes de cualquier cosa. Respecto a mí como hija, no fue fácil. Era traviesa. Siempre molestaba a mi hermana María. Pero eran tiempos difíciles: estaba la guerra. Y, como Laura, también era una pícara.

El título de la película que las une hoy es La vita davanti a sé. ¿Qué cosas les quedan pendientes por hacer?

Laura: No imagino mi vida futura, no sé cuál será mi casa, en dónde voy a vivir, qué proyectos realizaré, pero me imagino los rostros de quien estará a mi lado y es en eso en lo que me enfoco.

Sofía: No me gusta vivir en el pasado. Me siento muy orgullosa de todo lo que he hecho, pero soy el tipo de persona que se enfoca en el próximo reto, el nuevo viaje, la siguiente aventura. Esto me hace sentir viva.

Trabajar con mi hijo Edoardo es una alegría, cuenta Loren, porque basta con una mirada suya para entender perfectamente qué cosa quiere de mí en esa escena

Laura Pausini y Sophia Loren: un encuentro único, una conversación íntimaLa película habla de tolerancia, de inclusión e integración: el protagonista es un pequeño senegalés, otro personaje es una prostituta transexual, además está el anciano musulmán que protege al niño.

Laura: Desgraciadamente, se trata de temas muy actuales. Y lo digo porque estamos lejos de poder dar por sentadas la inclusión y la integración. Es fundamental que se hable de estos temas cada vez más en el día a día como se hace en el arte, en el entretenimiento y en la enseñanza. Espero que nuestros hijos vivan estas cuestiones como certeza y un principio en el mundo en el que van a vivir. Sin la desconfianza de hoy hacia todo lo que es diferente.

Sofía: La integración, la exclusión y la inmigración en la película están estrechamente conectadas al tema de la familia, que no necesariamente habla de un núcleo con el mismo ADN, pero un grupo de personas vinculadas por el amor que se tienen. Si todos nos consideráramos familia, todo sería mucho más fácil.

Madame Rosa, la protagonista del filme, es una sobreviviente del Holocausto. ¿Qué opinan sobre el racismo que aun hoy en día domina las acciones y pensamientos de tantas personas?

Laura: No me explico cómo es posible promover la discriminación, sobre todo después de la cantidad de cosas que nos ha enseñado la historia. Pienso que la palabra racismo encierra todas las formas de violencia humana. Y no se debe tolerar. Hice un disco entero dedicado a estos temas, justamente se llama Simili (semejantes). Qué aburrido ser todos iguales e idénticos y, por otro lado, cuanta alegría hay en la curiosidad de descubrir las diferencias. Eso es lo que pienso. Una de las prioridades que tengo en la vida es hacerle entender de manera profunda a mi hija estos valores.

Sofía: Nuestras diferencias no deberían dividirnos, más bien deberían unirnos. La vasta riqueza que representa la singularidad de cada persona es lo que hace bella a la humanidad. Deberíamos ya sea celebrar nuestra diversidad o buscar en los otros todos los puntos de contacto posibles.

¿Qué les da “envidia” de las jóvenes de hoy? ¿Y en qué se sienten más afortunadas que ellas?

Laura: Lo que me da envidia es el potencial, los medios que tienen a su disposición desde pequeñas, pero al mismo tiempo me preocupo por esta generación que tiene tanta tecnología al alcance de su mano. Temo que la velocidad de su mundo esconda tantas trampas. En este tema la responsabilidad de los adultos es crucial y no escondo que haber tenido una adolescencia tan inocente, simple y protegida fue una suerte que no cambiaría por nada.

Sofía: No siempre, pero a veces, cuando los eventos del mundo me conmueven, envidio la inocencia de aquellos que son jóvenes. Me gustaría, aunque fuera por un segundo, poder ver todo a través del optimismo que hay en los ojos de tantas chicas. Me siento muy afortunada porque la vida me ha dado mucha experiencia. La perspectiva nace de la experiencia y la paz y la serenidad brotan de la perspectiva.

En La vida davanti a sé vemos personajes que son prostitutas y madres que desafían y fragmentan cualquier estereotipo. ¿Contra qué otros prejuicios deben luchas las mujeres para llegar a alcanzar la paridad?

Laura: No deberíamos estar aquí combatiendo por los derechos de las mujeres, pero por los derechos de los seres humanos por igual. No me gustan las contraposiciones de mujeres contra hombres, trabajadoras contra amas de casa o familias tradicionales contra las otras. Creo en los derechos de los seres humanos, cualquiera que sea la vida o el rol que elijan desempeñar, siempre que haya respeto al prójimo.

Sofía: Todos los estereotipos deben ser combatidos, en todas sus formas, porque levantan muros. Tenemos la necesidad de construir puentes ente las razas, las culturas, los géneros y clases sociales.

Lo que cuenta es quién eres por dentro cuando no hay nadie mirándote. Cómo te comportas cuando las luces de los focos no están apuntando hacia ti

¿A qué obstáculos se tuvieron que enfrentar en la vida y en su carrera sólo por el hecho de ser mujeres?

Sofía: Nací en los años treinta y crecí en los cuarenta. El simple hecho de ser mujer de por sí era un estereotipo. Éramos ciudadanas de segunda clase. Tuve que luchar arduamente para creer en mí misma y para que los demás me tomaran en serio. Pero lo bello que aprendí es que si tienes confianza en ti misma tarde o temprano los otros empezarán a contagiarse de tu seguridad y te encontrarás rodeada de personas capaces de ayudarte a sacar esa parte de ti.

Laura: A través de los años y en todos los aspectos de mi campo artístico viví este tipo de discriminación. Desde la promoción, más retadora y larga para mí, hasta los conciertos en vivo. Con los mismos números de venta de discos que un colega masculino, para mí fue mucho más difícil obtener la seguridad para presentarme en concierto en un estadio. Encuentro absurdo que en Italia todavía sea la única en haberlo hecho. Y no lo digo de manera orgullosa o para presumir. Incluso hoy, a pesar de los resultados, siento que la diferencia existe. Pero quiero tomar este dato como un estimulo. Porque soy una mujer que, por el momento, no está satisfecha.

¿Cuáles son los pasos hacia adelante más importantes, las conquistas de las mujeres que más felicidad les han dado?

Laura: Desde mi punto de vista se ha hecho tantísimo. Hoy las mujeres trabajan, se proclaman, no se les juzga como antes si deciden apostar todo por su carrera. Llegan a alcanzar posiciones que hubiesen sido impensable hace algunas décadas. Bueno, todavía hay mucho por hacer, porque no todas tienen la suerte de tener al lado a un hombre, marido o novio, que las apoye y sostenga para poderse realizar.

Sofía: La conquista más importante es que hoy, finalmente, una mujer en la sociedad no se define por lo que un hombre quiere de ella, sino por lo que ella quiere para ella misma. Poder escribir tu propia historia como persona y tener la libertad de seguir tu propio camino es algo muy importante.

Entre las mujeres de hoy, ¿quiénes son para ustedes los ejemplos a seguir?

Sofía: Realmente creo en la activista Greta Thunberg. Salvará a nuestro planeta y no le importa qué piensen los demás de ella. Hace lo que cree que es correcto. Sigue a su corazón.

Laura: No lo sé, sinceramente mis modelos son mujeres del pasado, aquellas que me dieron el valor de ser aventurera y lanzarme a hacer las cosas en las que creo. Sin importarme las habladurías que surjan alrededor. Pienso en la pintora Frida Kahlo, por ejemplo, que para mí ha sido una fuente de inspiración. Me daría curiosidad conocer a una joven como ella. Convertirse en ejemplo no se trata de ponerse una máscara o cambiarse el look o hasta tener una actitud provocadora. Una chica que admiro mucho es Bebe Vio. Para mí es un punto de referencia importante, aunque es mucho más joven que yo.

No creo en la palabra icono, pero sí en la palabra ser humano, dice Sofía Loren

Si tuvieran que elegir las películas y canciones que representan más que otras su carácter, ¿cuáles serían?   

Laura: Forrest Gump siempre ha sido mi película favorita porque me conmueve, me hace sonreír y reflexionar y me da valor. Y la canción sería “The Long and Winding Road” porque la primera vez que mi pareja Paolo y yo nos besamos, en su computadora se escuchaba esta pieza de los Beatles.

Sofía: La película y la miniserie Mamma Lucia, basada en la novela de Mario Puzo, en las que actué. La canción es “Caruso” escrita por Lucio Dalla e interpretada de manera magnífica por Luciano Pavarotti.

 

¿Hay alguna canción en particular cuya sola escucha las ponga felices y alguna otra que las conmueva?

Laura: Como mi padre era músico, conocí música de todo el mundo desde que era muy pequeña. Recuerdo bien una vez cuando estaba en clase y la maestra nos preguntó cuál era nuestra canción favorita y yo contesté “At Last!” de Etta James. Tenía 7 años y todos se me quedaron viendo de manera extraña. Pensaba que los cantantes eran como ángeles que me protegían y me hacían sentir bien. No importa qué canción me ponga alegre, a veces estoy feliz si logro desfogarme con una canción triste que me ayude a sacar todo el dolor que llevo dentro. La música es como un limbo. Puedes llorar mientras ríes y viceversa. Para mí, es siempre una mamá, una hermana, una amiga. Es un hombre que me ama y me da la libertad de estar desnuda sin vergüenza. Es mi libertad, mi bunker.

Sofía: Amo la música, es la única cosa que me hace llorar, soñar y enamorarme en el mismo instante. Tengo una particular debilidad por la música brasileña, por la samba. Ese ritmo y esa nostalgia me enloquecen. Me gusta tanto que experimento emociones fuertísimas cuando la escucho.

Sofía, ¿qué canción de Pausini te encanta? Y, Laura, por tu lado, ¿qué película de Loren no olvidarás jamás?

Laura: Amo todas las películas de Sophia. Ella representa la historia de las mujeres en el cine, no sólo del cine italiano. Es un orgullo para todos y para mí, cuando escuchas que la nombran en el extranjero como si fuera de tu familia, con un respeto y una admiración que van más allá de las fronteras. Cuando vean La vita davanti a sé, entenderán por qué ella es tan grande, no sólo por cómo actúa sino por las historias que elige interpretar. A una diva la puedes reconocer también por las elecciones que hace. Por el mensaje que te quiere comunicar. Siento mucho Sophia que no creas en la palabra “ícono”, debes darte cuenta y aceptarlo. Para mí el ícono eres tú.

Sofía: ¿Y ahora cómo hago para escoger una de tus canciones Laura? Me gustan prácticamente todas, sobre todo por cómo las interpretas. Deben saber que Laura estuvo en mi fiesta de 80 años en la Ciudad de México y cantó de manera maravillosa, con mucho corazón. Ahora mi canción favorita es “Io sì”, de la banda sonora de la nueva película. Cada vez que la escucho, lloro.

*Fotografía: Federico De Angelis*
*Styling: @selinbursalioglu @andrea.mennella*

*IMÁGENES: Federico De Angelis, Netflix y Edoardo Ponti