Los niños, además de con un pan debajo del brazo, traen aseguradas dudas y errores porque el manual de instrucciones no viene de serie, eso ya os lo digo yo. Y es que, aunque hayas leído todos los artículos del mundo, te hayas empapado de la sabiduría abuelil, o dejado aconsejar por tu vecina del quinto que ya va por el tercero, la muy valiente, habrá algo que “seguro, seguro”, no sabrás hacer… ¡Tranquila! Eso es la maternidad, una duda constante, acompañada de un permanente sentimiento de culpabilidad y aderezado con altas dosis de felicidad y alegría. Así que ¡bienvenida!

Antes de ser padres (primerizos) en la vida real, Ryan Gosling y Eva Mendes ejercieron de ello en la ficción. © Fotograma de 'The place beyond the pines'.
Antes de ser padres (primerizos) en la vida real, Ryan Gosling y Eva Mendes ejercieron de ello en la ficción. © Fotograma de ‘The place beyond the pinas’ (2012).

Sin embargo, para que te enfrentes a esas primeras semanas con la mayor de las serenidades, a lo Angelina Jolie con seis retoños en casa, hemos preparado una serie de consejos junto con Ximena Carzolio, Dra. de MySalus, que te ayudarán a llevarlo un poco mejor.

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SOBRE LA LACTANCIA

¿Vas a optar por darle el pecho?
No siempre es fácil y sencillo. Requiere entrega y dedicación absoluta, lo que implica que la mayor parte del día vas a estar haciendo lo mismo: dar de mamar. Es interesante que antes de dar a luz conozcas las técnicas de extracción de la leche y que hay distintas posturas de lactancia, para alternarlas. ¿Más cosas? Es conveniente tener en casa un sacaleches, pezoneras, sujetadores de lactancia, discos absorbentes, y un buen cojín de lactancia.

En el último año, Instagram se ha llenado de celebrities amamantando a sus bebés. Blake Lively ha sido la última en subir una estampa del momento y Doutzen Kroes, asidua a ello, se atreve hasta con el sacaleche. © Instagram
En el último año, Instagram se ha llenado de celebrities amamantando a sus bebés. Blake Lively ha sido la última en subir una estampa del momento y Doutzen Kroes, asidua a ello, se atreve hasta con el sacaleche. © Instagram

¿Vas a darle biberón?
Seguramente llevas meses comprando junto a tu chico los que para vosotros son los más bonitos del mercado, con estampados ideales, y esos otros que se pueden personalizar con el chupetito a juego. Ay. Pero resulta que, cuando ya tienes a tu retoño en casa y después de uno o dos cólicos, alguien te cuenta que las tetinas tienen posiciones y velocidades (empezar siempre por las que hacen que el flujo de leche sea menor), que los biberones se preparan de 30 ml en 30 ml, y que los hay anticólicos con sistemas diseñados casi por la Nasa para evitar que tu bebé se llene de aire como un globo (y pase una buena noche toledana… contigo al lado, claro).

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Jamás creerías que aguantarías en pie tantos días seguidos durmiendo tan poco. ¡Bravo por ti!

ESTERILIZAR
¿Eres de las que esterilizan todo hasta la extenuación y el agotamiento? Seguramente hayas visto demasiados documentales de los bichitos esos que tenemos paseando tan tranquilos hasta por las pestañas. Como en todo en esta vida, aquí se impone la cordura: una buena higiene es fundamental, sobre todo durante las primeras semanas de vida, pero no hay que obsesionarse. Lo que hay que intentar es que sus objetos estén bien limpios, pero el bebé tiene que estar en contacto con un número determinado de bacterias para ayudarle a desarrollar sus propias defensas.

Un caso distinto es el de los niños prematuros: con ellos hay que extremar la higiene, sobre todo durante las primeras semanas de vida.

Scarlett Johansson y Keira Knightley, dos actrices que han sido mamás este año por primera vez. © Cordon Press
Scarlett Johansson y Keira Knightley, dos actrices que han sido mamás este año por primera vez. © Cordon Press

SOBRE LOS CÓLICOS DEL DEMONIO
¿Que qué son? Tranquila, los identificarás enseguida. En ese momento tu bebé tiene un llanto constante que no se calma aunque lo cojas, lo pasees, lo mezas o le bailes una jota (probarás cualquier cosa para que se calle, créeme). Normalmente suelen tranquilizarse cuando, a las 3 de la mañana, después de varias horas de berridos, decides bajar a la calle, coger un taxi o el coche, y plantarte en urgencias. Allí llegará dormido como un querubín. Y tú, agotada, rompes a llorar para calmar tu estrés y angustia. Normalmente lo haces cuando llegas a recepción, donde siempre hay alguien que a esas horas de la mañana te escuche y entienda, porque seguramente sea padre o madre y probablemente lo haya vivido en carnes propias.

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Luego veréis al pediatra y certificará lo que ya sabías: tu bebé tiene un cólico del demonio lactante, o sea, tiene más gases que un globo aerostático. Salvándote la vida, te explicarán los distintos masajes que tienes que hacerle al bebé para paliar los cólicos. Son sencillos a la vez que inútiles, porque cuando les duele la tripa, les duele y punto… pero bueno, la próxima vez probarás con la subida y bajada de piernas, el masaje siguiendo el sentido de las agujas del reloj, la técnica del caminito de hormigas y, por último, volverás a bailarle la jota por si esta vez, al final, cuela.

 

SOBRE EL BAÑO
¿Que si le gustará el baño? No. Y este no es rotundo y casi absoluto. Salvo excepciones, al principio lo normal es que lloren al borde de la histeria (sí, de todo te enterarás gracias a un berrido). Tanto, que terminas mirando algún vídeo en YouTube para saber qué es lo que haces mal. Normalmente será un video latino en el que sale una súper matrona con un bebé que pesa 15 kilos más que el tuyo y que casi se baña solo; será todo paz y misticismo al otro lado de la pantalla.

En ese momento, la que entra en pánico eres tú, que soñabas con darle un bañito delicioso cada noche y hacerle un masajito con todas esas cremitas (todo en diminutivo) que has comprado y que huelen tan bien. Sin embargo, a pesar de los tutoriales, apenas aciertas a ponerle el jabón entre gritos, y olvidas las cremas para sacarlo de ahí cuanto antes y vestirle. Cada día te cronometrarás para tardar menos y que se calle antes, incluso te plantearás hasta qué punto es necesario bañarle todos los días…

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¡No lo es! Así que tranquila. Si te causa mucho estrés, algunos pediatras desaconsejan el baño diario; lo puedes hacer 3 veces a la semana, siempre que después de cada cambio de pañal le limpies bien con una esponja y le laves las manos. Tranquila, todo pasará y un día disfrutarás de sus risas y chapoteos. Palabrita.

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SOBRE LA CUNA
Ya sea la grande, la mini cuna, el capazo, el moisés… para tu retoño, que ha estado 9 meses metido en un espacio mínimo, eso es casi como soltarle en medio de la nada. Solamente el recorrido que hacen tus brazos al separarle de tu pecho para dejarle sobre la cama le parecerá un viaje eterno, como si le tiraras al vacío y sin red (sí, tu bebé es tan intenso como tú).

Lo primero, intenta que la cuna no esté demasiado baja para que note lo menos posible la diferencia de altura. Además, ponle cojines alrededor cuando le acuestes para que no se sienta ‘perdido’. También existen unos brazos de cojín que ayudan mucho para reducir espacios y darle la sensación de arrullo permanente.

Coco Rocha, Jessica Biel y Rachel Bilson comparten en Instagram algunas de sus experiencias como madres primerizas. Taylor no es madre pero sí madrina primeriza, y eso también mola. © Instagram
Coco Rocha, Jessica Biel y Rachel Bilson comparten en Instagram algunas de sus experiencias como madres primerizas. Taylor no es madre pero sí madrina primeriza, y eso también mola. © Instagram

SOBRE EL SUEÑO
¿Tu bebé dormirá bien desde el principio? No. Lo habitual es que duerman mucho de día y se activen por la noche, igual que sucedía cuando estaban en la barriga. Poco a poco (más despacio de lo que a nosotras, sufridoras, nos gustaría) aprenderán a diferenciar el día de la noche.

Es un error mantener toda la casa en silencio durante el día. Eso sí, cuando el bebé decide estar toda la noche de juerga y por fin se queda plácidamente dormido por la mañana, inevitablemente serás capaz de asesinar al vecino por pasar la aspiradora o al padre de la criatura si se le ocurre respirar demasiado fuerte… Lo entendemos. No pasa nada. Es humano, estás desquiciada.

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En general, procura que el ambiente de la casa sea tranquilo, con luminosidad moderada y música suave. La idea es que realicéis rutinas que sean fácilmente identificables por el bebé. Ten en cuenta que, al cumplir el mes y medio, los patrones de sueño empiezan a relacionar los ciclos de luz-oscuridad y normalmente, el bebé está más predispuesto a dormir más tiempo por la noche. Por eso debe percibir la luz del sol y los ruidos cotidianos de la casa durante las siestas para saber cuándo es de día. Además, si hay un silencio absoluto cuando el niño duerme, cualquier ruido le asustará.

 

SOBRE LOS PASEOS
Los bebés pueden salir a la calle desde el principio siempre que evites ambientes cargados o con humos. Aunque tienden a enfriarse, las primerizas tenemos un problema con el abrigo y solemos ponerles capas de ropa como si no hubiera un mañana. A final, los pobres, lejos de tener frío, lo que van a estar es asados como pollos entre bodies, pijamas, mantitas, muselinas, sacos de forro polar…

Mila Kunis y Ashton han sido padres este año por primera vez. © Cordon Press
Mila Kunis y Ashton han sido padres este año por primera vez. © Cordon Press
  • En verano sácale a las horas menos calurosas y en invierno elige las más soleadas. Los bebés no deben estar expuestos al sol directo, ni siquiera con protector solar, hasta el año de vida. Las cremas protectoras no son recomendables hasta los 6 meses de edad.
  • En casa, si la temperatura es de 20-22º el bebé puede llevar body y un pijamita que le cubra los pies. Podemos saber si tiene frío si sus manos y pies están fríos o un poco amoratados. En ese caso, conviene abrigarle más; si suda por la parte del cuello y la cabeza, es que tiene calor, así que tendrás que quitarle alguna de las capas.
  • En verano, nunca deben llevar el torso al aire, siempre un body de tirantes.
  • En general, la ropa ideal para los bebés son los bodies y pijamas de algodón. Nunca tendrás suficientes. Cuanto más sencillos, mejor, por mucho que te gusten los volantes, los repollos y las florituras.
  • Para saber cómo abrigarles, ya sea en casa o en la calle, piensa que siempre deben llevar una prenda más que los adultos.

Queridas, afrontar un parto e inmediatamente después el cuidado de nuestro hijo requiere un enorme esfuerzo físico, mental y emocional. Es normal que te angustie la inexperiencia, estés cansada y tengas bajones y dudas. Lo mejor es permitirnos nuestras limitaciones. No hay nada malo en ello, ni en pedir ayuda. Recuerda que la única Supermamá es la madre de Superman y que aquí nadie quiere ser perfecto. Además, esto es lo mejor que te ha pasado en la vida, y lo sabes. ¡A disfrutarlo!