La piedra en el camino de todo el que quiere encontrar un nuevo empleo es el currículo. Y, al igual que Indiana Jones se las vio y se las deseó en su búsqueda del Santo Grial, dar con el curriculum vitae perfecto no es fácil. Los nuevos formatos, la aparición de las redes sociales (incluida LinkedIn, claro) y el cambio de paradigma en lo que buscan las empresas de sus futuros trabajadores hace que muchos tiren la toalla antes, si quiera, de ponerse a andar.

¿Qué buscan las empresas cuando reciben un currículo? © Simon Pais
  • ¿Qué buscan las empresas?

La pregunta del millón. Aunque cada una es un mundo y cada puesto poco menos que una galaxia, en pleno siglo XXI la mayoría quieren que sus trabajadores sean transversales. ¿Lo qué? Que tienes la capacidad suficiente de abordar diferentes áreas. «Hace unos años, las empresas buscaban perfiles muy estáticos. Ahora necesitan que sus empleados sean versátiles», explican a Grazia desde el departamento de comunicación de Laboris.net. Hablando en plata, que valgas para un roto y para un descosido.

Sin embargo, ¿cómo reflejar que a transversal no te gana nadie en un mísero trozo de papel? Pues lo primero de todo, con un currículum vítae que cumpla los siguientes requisitos. Y no lo digo yo, lo dice Alfredo Santos, director general de Búsqueda y Selección de personal en la consultora internacional Hudson.

Así desde luego no vas a conseguir nada. Ni siquiera siendo el monstruo de las galletas.

1. Adiós Times New Roman, hola Arial

Sé que te encanta la primera y que la llevas utilizando desde que entregaste tu primer trabajo para la universidad, pero precisamente porque ya no estás en ella debes avanzar. Los tres tipos de letra más aceptados por los departamentos de Recursos Humanos son, por orden de preferencia, Arial, Calibri y Georgia. ¿El motivo? Son las más legibles al primer vistazo.

En tu vida real se la que quieras, pero en tu currículo cíñete a las que te decimos, guapo.

2. No más de un folio

A no ser que sea estrictamente necesario, una cara debería ser más que suficiente para venderte. Porque recuerda que lo que estás haciendo es eso, ni más ni menos. Prescinde de todo lo que no sea relevante para el empleo al que estás optando porque, como los perfumes, los mejores currículos se encuentran en pequeñas dosis. ¿Me juras y me perjuras que te es imposible sintetizar más y sigue sin caberte en un folio? Bueno, he aquí un truco: reduce los márgenes, pero tampoco te pases. Los superiores e inferiores déjalos a 1,3 cm y los laterales a no menos de 1,8 cm.

Venga, que tú puedes meterlo todo en un folio.

3. Olvídate de fotos (que esto no es Tinder)

Estás buscando trabajo, no una cita de una noche. Aunque hubo un tiempo en el que se puso de moda poner una fotografía tipo carnet en el CV, esa época ya pasó. «Cualquier elemento visual distrae la atención de lo verdaderamente importante», señala Santos.

Y la del currículum es una de ellas, amiga.

4. No des demasiada información personal

Ni fecha de nacimiento, ni estado civil, ni DNI por lo mismo que el punto anterior. Demasiados datos saturan los ojos del que recibe tu CV. «A veces estos factores pueden jugar en tu contra y es mejor exponerlos y defenderlos desde el escenario de una entrevista personal», cuenta Belén Rodríguez, psicóloga y headhunter afincada en Chicago como reclutadora de Heartland Alliance.

Belén trabajó mucho antes en el departamento de Recursos Humanos de grandes empresas como AXA Seguros Generales y sabe bien de lo que habla: «Tu currículo es la llave que te dará paso a lo realmente importante: entrevistarte con el departamento de RR.HH. Es la carta de presentación y de él depende que tengas o no la oportunidad de venderte en persona».

Pero luego no pierdas las formas por mucho que quieras que te contraten.

5. La experiencia es lo que cuenta

Que sí, que es muy loable que tengas dos carreras, tres máster, un doctorado y hables tres idiomas. Y de hecho estamos muy orgullosas de ti. Sin embargo, lo que prima es tu trayectoria profesional. Hace cuarenta años casi nadie podía estudiar y eso era un plus, «ahora la formación se valora, pero no es lo que te hará ganar puntos sobre los demás candidatos», añade Belén.

Es lo que hay, amigas.

6. La negrita que no falte

Pero solo para destacar lo realmente importante. «Hay programas con los que trabajamos en RRR.HH que escanean los currículum vítae en busca de palabras clave y la negrita ayuda a ser detectada», puntualiza Belén Rodríguez. Además, según esto último, es importante que no uses siglas. Si estudiaste Administración y Dirección de Empresas, escríbelo tal cual, nada de ADE.

7. Disimula tus meses en blanco

Seguro que te acuerdas de esos tres meses en el paro o esos cuatro que decidiste hacer el Interrail, pero la empresa no tiene por qué saberlo. Si es este tu caso, solo tienes que indicar tus empleos por años y no por meses. Es una forma sutil de no mostrar a las primeras de cambio una información que no te interesa. Ya tendrás tiempo en la entrevista de explicar cómo tu año sabático te aportó una riqueza interior y el desparpajo que no aprendiste de la universidad.

8. Siempre en PDF, por favor

Lo de mandar el CV en Word denota que no te lo has tomado muy en serio. Pasarlo a PDF no cuesta nada y da sensación de profesionalidad. Puede que parezca una tontería, ¡pero no lo es!

9. ¡Vigila la ortografía!

¿Obvio? Puede, pero muchas empresas se encuentran con palabras mal escritas en los currículos de sus candidatos y el efecto inmediato es que tu CV acaba en la basura o en la papelera de reciclaje. «Denota que no te has tomado el tiempo necesario para revisarlo», añade la experta.

Tú no, chata, pero los de Recursos Humanos sí.

10. No mientas

Regla número 1 de cualquier buscador de empleo. «Puede que engordando tu CV llegues a la entrevista personal, pero cara a cara no podrás engañar a tu interlocutor y, además de quedarte sin trabajo, es probable que te saque los colores. No te la juegues», nos avisa Belén.

Esta puedes ser tú próximamente.

Ya solo nos queda desearte la mejor de las suertes.