Moda
Es el producto estrella en cualquier neceser y su uso es imprescindible a la hora de maquillarnos, capaz de agrandar el ojo y darle profundidad a la mirada de forma inmediata. La oferta es infinita y en el mercado encontrarás un rímel para cada necesidad: alargar, espesar, dar volumen, separar, definir, curvar… Si andas perdida y no sabes cuál es el que mejor te va, aquí te damos algunas pistas para que aciertes a la primera. Además a modo de bonus track, siete consejos de experta para alargar la vida de tu máscara favorita.
¿Cómo son tus pestañas?
Siéntate frente al espejo y analízalas. ¿Ves tus pestañas algo cortas? Efectivamente, debes buscar un rímel que las alargue. Para ello asegúrate de que su cepillo sea prolongado y las cerdas lo más reducidas posible, para que el efecto empiece desde la raíz. Eso sí, olvídate de usar voluminizadores porque solo conseguirás que parezcan más pequeñas.
Si, por el contrario, tienes unas pestañas largas pero finas, te conviene usar una máscara que aporte densidad y magnitud y consiga el deseado efecto ‘alas de mariposa’. Un cepillo grande y grueso es el ideal, ya que le dará cobertura a toda la superficie con un resultado espectacular. Asegúrate de que tienen cerdas naturales y no de silicona.
Para las que poseen pestañas planas, es decir, que miran hacia delante sin ningún tipo de curvatura, lo ideal es buscar un cepillo curvo, para conseguir un efecto rizado.
La versión vegana
Las concienciadas con el medio ambiente también tienen su versión de rímel vegano. Es cierto que los ingredientes de este producto, muchos de ellos tóxicos, no son del todo amables con el planeta y además, alguno puede causar cierta reacción provocando irritaciones oculares, conjuntivitis o alergias. Si tiendes a padecer enfermedades relacionadas con el ojo o te llora con facilidad y descartas usar la fórmula waterproof, será mejor que te decantes por máscaras ecológicas ¡y que desmaquilles bien la zona antes de irte a la cama!
Cómo aplicarlo y conservarlo
Mantener el buen estado de la máscara es una tarea que muy pocas llevamos a cabo y, sin embargo, es fundamental para sacarle el máximo partido. Toma nota de estos consejos que harán que la vida de tu rímel se multiplique.
- Para empezar hay que tener en cuenta la fecha de caducidad del producto y no usarlo si esta ha pasado, ya que corremos el riesgo de sufrir irritaciones o alergias y arruinar nuestro maquillaje, además de encontrarnos con grumos que dificulten su aplicación. Por lo general, la vida útil de este producto suele ser de entre 8 a 12 semanas (una vez abierto).
- Bajo ningún concepto bombees el cepillo dentro del tubo. Lo que estás haciendo es facilitar la entrada de aire que hará que tu rímel se seque mucho más rápido. Si esto ocurre, no lo tires ya que existe algún truco para que vuelva a funcionar. El más popular, añadir una gota de aceite de oliva, cerrar y agitar. Verás como tu máscara de pestañas revive de forma casi mágica.
- Si el problema son los grumos o que el producto está espeso y apelmaza las pestañas entonces debemos echar una gota de tónico facial para devolverle fluidez y ligereza.
- A la hora de aplicarlo y conseguir una mirada de lo más seductora, recuerda que la mejor forma es colocar el cepillo en la base de las pestañas y extender el producto hasta las puntas haciendo un movimiento en zig-zag. Lo ideal es aplicar dos capas girando el cepillo para evitar que se apelmacen.
- Otro de los trucos de la abuela para que tus pestañas parezcan más largas es aplicar polvos de talco con un algodón antes de la máscara.
- Conservar el rímel y proteger tus pestañas al mismo tiempo es posible. Para ello añade tres gotas de aceite de ricino o de almendras y tendrás una máscara más ligera y a la vez unas sanas pestañas.
- Con respecto al cuidado de las pestañas, existen primers que ejercen de escudo antes de aplicar la máscara, consiguiendo que los pelitos se mantengan hidratados. Acostúmbrate a usarlos y notarás la diferencia.