Moda

Wimbledon no es solo un evento deportivo, es una institución británica donde la etiqueta no se negocia. Las gradas pueden parecer el lugar ideal para lucir un vestido veraniego sin pensarlo demasiado, pero quienes lo han intentado sin estudiar el protocolo… saben que no es así. Aquí, cada look cuenta y cada detalle suma. Ir a Wimbledon es aceptar tácitamente que tu outfit será observado, analizado y, si lo haces bien, admirado.
La clave está en dominar ese estilo “british preppy” que se mueve entre lo tradicional y lo fresco sin perder un gramo de elegancia. Vestidos midi en tonos neutros, trajes de lino, faldas plisadas, blazers bien estructurados, mocasines pulcros y accesorios discretos son parte del uniforme no oficial.
Y aunque técnicamente el público no está obligado a seguir un código formal —salvo que te inviten a la codiciada Royal Box—, nadie quiere ser el que rompe el hechizo visual del evento.

En la Royal Box, una suite de 74 asientos dentro de la cancha central del prestigioso torneo de tenis Grand Slam en Londres, suelen aparecer miembros de la realeza y celebridades internacionales, el dress code es mucho más estricto.
Según el All England Lawn Tennis Club, los hombres deben llevar chaqueta y corbata, y las mujeres, atuendos elegantes que podrían incluir vestidos de cocktail, conjuntos de dos piezas o trajes sastre de verano.
Pero sí hay una regla fundamental para todos los invitados. Yienen prohibido usar ropa con el logotipo de una empresa estampado en la espalda o eslóganes políticos. Todos están prohibidos.
David Beckham lo ha entendido desde hace años. Siempre impecable, el exfutbolista ha convertido sus apariciones en Wimbledon en una clase magistral de cómo vestirse con clase sin parecer forzado.

La discreción es otra regla de oro, nada de outfits estridentes o prendas que griten. Los sombreros están permitidos, incluso sugeridos, pero deben ser lo suficientemente elegantes y pequeños para no obstruir la vista de los demás asistentes. Olvídate de las gorras deportivas o del sombrero de ala ancha que usas en la playa.
Zendaya, por su parte, se convirtió en la estrella del torneo 2024 sin empuñar una raqueta. Su aparición en traje sastre Ralph Lauren, con camisa azul claro y corbata, demostró que el minimalismo bien ejecutado también puede tener un impacto glamoroso.
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Wimbledon es uno de los pocos eventos donde la moda sigue teniendo reglas claras. Donde invitados y celebridades destacan en la pasarela silenciosa. Sin duda, el evento más clásico y chic del verano británico.