Moda
Mañana es el muy esperado desfile de Chanel en La Habana y para disfrutar con anticipación, checa nuestra guía de la ciudad.
Indudablemente Cuba está de moda. Hoy es la Gala del MET y aunque Karl Lagerfeld es uno de los invitados de honor, se encontrará ausente porque mañana es la presentación de la coleccion Cruise de Chanel, razón por la cual el diseñador se encuentra en La Habana y no en Nueva York.
¿Qué tiene esa ciudad que causa tal atracción irresistible? Una parte de su encanto es que en ella se conservan cosas que en otras ciudades hace mucho se han perdido. Y no nos referimos únicamente al paisaje urbano lleno de automóviles de los años cincuenta o las maravillas arquitectónicas que abundan por toda la ciudad. Hay también un encanto naive debido a los seguras que son sus calles: los niños juegan en grupo sin vigilancia ni preocupación y muchos paseantes llevan a la vista sus costosas cámaras fotográficas sin ningún riesgo.
Y si bien las reminiscencias del pasado son parte del encanto de la capital cubana, en este momento la ciudad se mueve hacia el futuro. Gracias a las nuevas disposiciones gubernamentales, florecen negocios que antes no había, la escenas nocturna y gastronómica se están renovando y los visitantes de todas partes del mundo están empezando a influir de diversas maneras. La Habana se está moviendo y nadie quiere perdérselo.
Pronto te compartiremos la reseña del desfile de Chanel que tendrá lugar mañana en el Paseo de Martí, pero mientras tanto te dejamos esta pequeña guía de qué hacer si solo cuentas con 3 días para visitar la capital de Cuba.
1 – Camina por la Habana vieja.
Reserva al menos medio día para recorrer la Habana vieja a pie. Aunque el área no es muy grande, se te irá el tiempo cuando pares a fotografiar cada escena que te parezca fotogénica. Detente a tomar un mojito en un bar y sigue caminando para encontrar otro bar un par de cuadras más adelante. Esta bien rendirle una visita obligada al Floridita o a La Bodeguita del Medio pero no te quedes ahí: hay muchos otros lugares encantadores, menos atestados y más baratos en los que podrás conversar con los meseros, con los músicos, o con el resto de los visitantes.
2 – Recorre el malecón.
Hazlo a pie, en bicitaxi, en el segundo piso de un bus turístico o (la mejor opción), en un coche vintage descapotable. El mar en La Habana es limpio y azul, nada comparado a la contaminación habitual de las grandes ciudades de playa.
3 – Ve a El Vedado.
En el barrio del Vedado tienes sí o sí que comer un helado en Coppelia. Ciertamente tendrás que hacer fila como todo el mundo y poner atención porque los guardias (policías) están mas estresados que cadenero en viernes, ¡todo el mundo se saltaría la fila, si se pudiera! Cuando logres entrar a la heladería sabrás porqué las filas son así: puede que el helado no sea el más delicioso del planeta, pero todos se comportan como si lo fuera.
4 – Bébete una copa de más.
A menos que seas abstemio por alguna razón, vale la pena beber una o dos copas de más. Sin exagerar, claro, pero date un permiso por esta vez. En Cuba está permitido beber en la calle por lo que puedes pasear con una cerveza en la mano o pedir tu trago “para llevar” en un vaso desechable. Las bebidas locales con ron son deliciosas: daiquirí, mojito o piña colada son las mejores opciones. Hace tanto calor que lo disfrutarás mucho.
5 – No te estreses si sientes que te falta tiempo.
Seguramente te darán ganas de volver. La Habana es así…
Todas las fotos: cortesía de www.lostocinantes.com Texto: Ángeles Batista
