Moda
La trayectoria de Tom Ford inició en 1983 mientras estudiaba diseño de moda en Parsons School of Design en Nueva York, en donde al parecer conoció a la gente correcta en el momento indicado y voló a París como becario en Chloé, la firma francesa. Después en 1986, coincidió con Richard Buckley, Director de WWD, en un elevador, y sí, se enamoraron. Además, dos años después trabajó en Perry Ellis donde, de hecho, se encontró con su amigo Marc Jacobs y ese mismo año, viajó a Milán buscando una nueva oportunidad.
Pero, ¿cuál fue su primer momento icónico?
Fue empezando la década de los noventa que la aventura real comenzó para el diseñador estadounidense, pues se convirtió en cabeza creativa de la división ready-to-wear de Gucci y la reinventó para posicionarla como una de las firmas más aclamadas del mundo con una propuesta elegante, distinguida y con nuevas siluetas, texturas y color.
Nueve años después y al mismo tiempo que le daba un giro a Gucci, Tom debutó como la mente maestra detrás de las nuevas colecciones de Yves Saint Laurent. Una propuesta de la que muchos se enamoraron, pues incluía cortes, holanes, encajes y tul, además de que el negro era protagonista. Sin embargo, se retiró de la maison en 2002.