El drama cinematográfico The Brutalist, dirigido por Brady Corbet y protagonizado por Adrien Brody, ha conquistado a la crítica tras ganar el Globo de Oro a Mejor Película, y ahora parece ser la gran apuesta en los Oscar Awards 2025. 

Esta cinta nos sumerge en el ascenso de László Tóth, un arquitecto ficticio formado en la Bauhaus que, tras sobrevivir a la posguerra, encuentra en Estados Unidos el escenario ideal para perseguir su sueño creativo.

Inspirada en el libro de 2011 Architecture in Uniform de Jean Louis Cohen, The Brutalist combina la narrativa histórica de la guerra con una reflexión profunda sobre el arte, el diseño y el poder. Su título hace referencia al movimiento arquitectónico caracterizado por el uso del hormigón expuesto, un detalle que impregna toda la estética del filme.

László Tóth (interpretado por Adrien Brody) es un arquitecto judío que logra emigrar a Estados Unidos después de sobrevivir los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Su vida cambia drásticamente al cruzarse con el millonario Harrison Lee Van Buren (Guy Pearce), cuya influencia lo impulsa hacia la cúspide de la fama, no sin enfrentar complejas decisiones éticas y personales.

Felicity Jones y Joe Alwyn completan el reparto de esta cinta que tardó siete años en materializarse. Durante su realización, Corbet se apoyó en la experiencia del fallecido historiador Jean-Louis Cohen para garantizar la autenticidad del relato, logrando así un retrato convincente de la vida de un arquitecto atrapado entre sus sueños y las exigencias del poder.

Un dato tanto inesperado como sorprendente es el uso de inteligencia artificial para diseñar los edificios que aparecen en la retrospectiva de László Tóth en la Bienal de Venecia, un detalle que conecta el legado ficticio del arquitecto con las tecnologías del futuro. Estas creaciones, generadas inicialmente por IA, fueron redibujadas por artistas reales para darles vida en pantalla, mostrando una interesante fusión de lo digital y lo real.

Más allá de ser una historia sobre arquitectura, The Brutalist explora temas universales como la resiliencia, el sacrificio y el impacto del arte en la sociedad. Adrien Brody, cuyo compromiso con el papel estuvo influenciado por la experiencia de su propia madre como refugiada húngara, aporta una profundidad emocional a cada escena.

Con su combinación de historia, drama y un enfoque visual impecable, The Brutalist ha dejado claro que el arte de contar historias puede ser tan impactante como el diseño arquitectónico.