Moda
En esta época festiva y fría, las marcas de moda han decidido concentrarse en la mezcla de texturas. Terciopelo, encaje y lentejuela se presentan como una triada que funciona tanto en conjuntos formales como en propuestas de uso cotidiano. Todo está en la forma con la que estas texturas se combinan dentro de un mismo outfit.
El terciopelo ha recuperado protagonismo gracias a su acabado de profundidad que favorece siluetas más definidas. Esta temporada aparece en vestidos midi, sacos cruzados y pantalones rectos que buscan equilibrar comodidad y presencia.
El encaje continúa ocupando un lugar destacado, tanto como detalle ornamental como material central en blusas, faldas y capas ligeras. Su presencia introduce transparencia controlada. Muchas marcas lo utilizan para romper la rigidez del terciopelo y para añadir dinamismo visual cuando se integra con prendas de corte más clásico.

La lentejuela, por su parte, deja de ser un recurso exclusivo de eventos nocturnos y se incorpora a piezas de uso diario. Desde tops discretos hasta faldas rectas y bolsos pequeños, su aplicación se orienta a detalles que no saturan el conjunto. Esta integración moderada permite que las prendas se vean festivas en cualquier entorno.
Cuando estas texturas se mezclan en un mismo look, el equilibrio se convierte en el punto esencial. Una falda de terciopelo combinada con una blusa de encaje o un saco acompañado de un top con lentejuelas de tamaño pequeño pueden funcionar con naturalidad si se respetan proporciones y si se eligen colores que combinen entre sí.
Esta tendencia ofrece un abanico de posibilidades. La combinación de terciopelo, encaje y lentejuela permite construir atuendos que funcionan para reuniones de trabajo, cenas especiales o celebraciones de fin de año. Se trata de una invitación a explorar texturas con intención y a incorporar piezas que reflejen tu personalidad.
