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Por primera vez, el talento mexicano brilló en uno de los eventos más esperados de Asia: el “Macao Light Festival“. Sofía Castellanos, una joven artista que ha sabido combinar su pasión por la naturaleza, la sostenibilidad y la tecnología, llevó tres instalaciones únicas que cautivan a los asistentes y ponen en alto la creatividad de México.
¿Cómo lo logró? En entrevista exclusiva con Grazia México y Latinoamérica, Sofía nos cuenta todo sobre su experiencia.
“La inauguración fue en diciembre del año pasado y está increíble porque es un festival que dura tres meses, hasta finales de febrero. Es un evento muy grande que atrae a personas de toda la región. Abrieron una convocatoria para artistas extranjeros y tuve la suerte, el honor y la alegría de ser seleccionada”, comparte, añadiendo que sus obras llegaron al festival con la colaboración de Art Lab. Ser parte de este evento significó un reto y una gran oportunidad de mostrar su visión artística al mundo.

“Defender”: Abrazando la naturaleza y la sostenibilidad
Entre sus obras expuestas destacó “Defender”, una instalación ubicada en el Museo de Ciencia de Macao. Esta pieza monumental presenta un árbol con forma de corazón abrazado por dos manos gigantes. “Quería reflexionar sobre qué vale la pena proteger y cuidar. El árbol simboliza la conexión con el medio ambiente y también permite que cada espectador decida qué quiere defender en su vida”, explica la artista. La obra invita a la unión y a la acción colectiva para preservar el planeta.

Sueños alados con “Dreaming”
Otra de sus creaciones fue “Dreaming”, un mariposario interactivo que representa la libertad y los sueños. Las mariposas, recurrentes en toda la obra de Sofía Castellanos, simbolizan transformación y esperanza. “Son una alegoría perfecta de que las cosas imposibles se pueden lograr, como la migración de las mariposas. Ver a niños y adultos interactuar con esta instalación fue muy especial”, comparte.

La molécula de la felicidad: “The Dopamine Mystery”
La alegría también tuvo su espacio con “The Dopamine Mystery”, una representación abstracta de las moléculas de la felicidad. “Quise encapsular la emoción con formas y colores abstractos. Utilicé un diseño inspirado en las alas de una mariposa para conectar con mi obra anterior”. Esta instalación inflable busca contagiar felicidad y adaptarse al espacio en el que se encuentra.

“¿Qué desafíos enfrentaste al crear instalaciones que combinan tecnología, arte y un alto grado de interacción con el público?”, le pregunté. “Venir de trabajar con pintura, murales e ilustración comercial en un solo plano y adaptarme a estas instalaciones fue un reto enorme. Tuvimos solo dos meses para pasar de bocetos a instalaciones gigantes, pero fue posible gracias a un gran equipo y mucho aprendizaje”, afirma Sofía. Desde los modelos digitales hasta la instalación en Macao, la mexicana afirma que cada paso fue una experiencia enriquecedora.

Para Sofía, ser parte del “Macao Light Festival” fue un honor y una oportunidad para mostrar el talento mexicano en el extranjero. “En México hay muchísimo talento y pasión. Me llena de orgullo llevar algo diferente a lo que habitualmente sale de México y demostrar que tenemos propuestas innovadoras”.

Con la vista puesta en nuevos proyectos, Sofía planea traer sus moléculas de felicidad a México. “Estoy preparando una instalación para la Semana del Arte, en el mes de febrero. Quiero explorar más el arte público, hacer que más gente consuma arte de una forma distinta, y llenar espacios representativos de la ciudad con locuras artísticas que contagien positividad”, adelanta con entusiasmo.
El “Macao Light Festival” marcó un antes y un después en la carrera de Sofía Castellanos, quien sigue demostrando que el arte puede iluminar corazones y conectar culturas.