Moda

Hay momentos en los que la moda trasciende la temporada. Y la Alta Costura —ese rincón sublime donde diseño y emoción se entrelazan— lo ha vuelto a demostrar. Las últimas pasarelas han dejado claro que la costura hecha a mano no solo sobrevive en la era digital, sino que se reivindica como plataforma artística, emocional y política.
Más que siluetas imposibles, lo que hemos visto es una especie de danza entre artesanía e innovación, donde cada pieza se convierte en un manifiesto visual del tiempo que habitamos.
Moda que piensa, que siente
En esta edición, los diseñadores han vuelto a utilizar la pasarela como un lienzo para contar historias: desde la introspección personal hasta reflexiones sociales o paisajes mentales oníricos. Porque la Alta Costura no es solo belleza, es también cuestionamiento: ¿qué es el lujo hoy? ¿qué significa vestir para ser vista? ¿a quién se le permite soñar con la moda?
Los desfiles han dejado atrás la narrativa meramente estética para convertirse en experiencias sensoriales, donde el volumen, el sonido, el ritmo y el movimiento juegan en equipo.
Técnica + emoción = obra maestra
Cada puntada, cada encaje aplicado a mano, cada bordado imposible tiene aquí un sentido. No se trata solo de perfección técnica, sino de algo más profundo: la emoción de lo hecho con tiempo, de lo que no responde a algoritmos ni prisas.
Ver desfilar un vestido de alta costura es presenciar una coreografía silenciosa entre cuerpo y tela. No hay prisa. Solo arte.
Alta Costura 2025: entre performance, escultura y poema
Los diseñadores que han marcado esta edición lo han hecho desde distintos puntos de partida:
- Algunos apelando al surrealismo (con siluetas que parecen flotar o fragmentarse)
- Otros desde lo arquitectónico, esculpiendo con tejidos como si fuesen mármol
- Y también desde lo emocional: piezas que evocan infancia, pérdida o deseo, cosidas con la misma precisión con la que se compone una sinfonía
El calendario de julio 2025
- Schiaparelli
- Iris Van Herpen
- Georges Hobeika
- Imane Ayissi
- Rahul Mishra
- Julie de Libran
- Giambattista Valli
- Chanel
- Stéphane Rolland
- Juan Martín
- Ashi Studio
- RVDK Ronald van der Kemp
- Giorgio Armani Privé
- Robert Wun
- Franck Sorbier
- Balenciaga
- Yuima Nakazato
- Elie Saab
- Viktor&Rolf
- Zuhair Murad
- Maison Margiela
- Aelis
- Ardazaei
- Peet Dullaert
- Rami Al Ali
- Adeline André
- Germanier
La Alta Costura sigue siendo ese territorio donde la moda recupera su función más poética: la de emocionar. Es el lugar donde se honra el gesto lento, el diseño que no se produce en masa, la belleza que no pide permiso.
En tiempos de velocidad e inmediatez, la Alta Costura es un acto de resistencia. Un susurro de arte sobre la piel. Y eso, querida, nunca pasa de moda.
*Imágenes: Getty Images