El tutú blanco que Sarah Jessica Parker lució en la secuencia de apertura de Sex and The City se ha convertido en una leyenda de la moda televisiva. El tutú, que solo combinó con una sencilla camiseta sin mangas rosa, reflejó toda la esencia de su personaje, Carrie Bradshaw. 

Patricia Field, la diseñadora de vestuario de la serie, encontró el tutú en una caja de ofertas de un showroom neoyorquino, con un precio de solo cinco dólares. Al verlo, imaginó combinar la falda de tul con una camiseta sencilla para crear un look contemporáneo y moderno que reflejara la personalidad de Carrie. 

Además, consideró que Sarah Jessica con su formación en ballet, apreciaría la prenda. Aunque el creador de la serie, Darren Star, inicialmente dudó sobre usarlo, tanto Field como Parker defendieron su elección, y finalmente se convirtió en la pieza central de la apertura de la serie. ​

En una entrevista reciente, la actriz confesó que “El tutú blanco ha sido decisivo en mi vida y mi carrera”, pues le otorgó el rol de ícono de la moda para el resto de su vida. El tutú no solo marcó el inicio de cada episodio, sino que influyó en la moda de la época, llevando el tul y las combinaciones atrevidas al street style. 

La historia detrás de esta falda también refleja cómo las decisiones espontáneas pueden tener un impacto duradero. Lo que comenzó como una elección casual en una caja de ofertas se transformó en una declaración de moda que perdura en la memoria colectiva. 

¿Conocías esta historia?