París, el clima delicioso, templado durante el día y fresco por la noche con unas cuantas gotas de lluvia. El privilegio de asistir a este torneo icónico y vivirlo a todo lujo ha sido para mí una de las mejores experiencias de mi vida, pues como tenista que fui, nunca pensé verme justo ahí en el palco de Rolex de la cancha principal Philippe Chatrier, sí en el estadio Roland-Garros.

 

Ver tenis en vivo es una delicia llena de emoción. No solamente es concentrarte en la pelota que va y viene de un lado al otro, sino en la colocación, en la potencia y en el golpe, en los movimientos de cada jugador, sentir el pulso del público en el estadio.

La invitación del día empezó con el partido de la japonesa Moyuka Uchijima vs. Aryna Sabalenka, la bielorrusa sembrada en segundo lugar mundial. En dos sets Sabalenka avanzó fácilmente a la siguiente ronda, demostrando que potencia y concentración eran lo necesario para no desgastarse.

©Rolex/Jon Buckle A ROLEX CLOCK AT ROLAND-GARROS IN 2023

Elina Svitolina de Ucrania ranqueada en el puesto número 15 vs. la francesa Diana Parry fue un partido emotivo sobre todo porque la francesa se encontraba jugando en casa. Aunque la victoria fue para la ucraniana, las porras, los oles y el apoyo del público no se hicieron esperar.

Ver jugar a Novac Djokovic vs. el español Roberto Carballes Baena me impresionó. Un partido que empezó parejito, el español a pesar de estar 62 lugares abajo del serbio salió a darlo todo y peleaba cada punto hasta que la experiencia y la fortaleza de Djokovic se impusieron en un marcador que le permitió pasar a la siguiente ronda.

 

Jannik Sinner firmando autógrafos Roland-Garros 2024

Al día siguiente el español Carlos Alcaraz contra el estadounidense Sebastian Korda demostraron que la explosión de estar ambos en sus early twenties se volcó en golpes contundentes, fallas absurdas, puntos espectaculares ante un público emocionado por un partido que duró más de dos horas. La emoción y el protocolo que se vive en cada set es única y digna de nunca olvidarse. Saques que alcanzan los 200 km por hora, golpes contundentes que definen un punto o un set o el partido, la garra de jugar y tratar de llegar a todas las bolas resbalándose en la arcilla, Rolex se ha encargado de medir cada segundo en esta relación de 4 décadas con el llamado deporte blanco que empezó desde Wimbledon. Tradición, estilo y elegancia han llevado a que la casa relojera reconozca leyendas y talentos que han alcanzado la gloria, igual que la corona, logotipo de la relojera suiza.

Getty Images – Chris Evert 1974

Desde 2012 la estadounidense Chris Evert es un testimonio para Rolex y ahora para el Roland-Garros 2024, esta leyenda ganó 7 de los 18 títulos Grand Slam en los que participó no solamente en singles, también ganó dobles en un par de ocasiones 1974 y 1975. Ella ha declarado que el Roland-Garros ha sido como su segunda casa. Cuando ganó por primera vez el Grand Slam, tenía una racha de 55 partidos ganados y terminó la temporada en 1974 con 100 victorias, récord que todavía sostiene. Su Rolex la ha acompañado a lo largo de su vida y de su carrera: partidos, familia y su presente. Su temple y habilidad para dominar todas las superficies (pasto, arcilla y cemento) la llevaron a ser la número 1 durante 260 semanas y tener un porcentaje ganador del 90% en su carrera deportiva.

Suecia ha visto nacer a uno de los mejores jugadores de tenis a nivel mundial, uno de mis favoritos siempre, que no solamente mantuvo un nivel extraordinario de juego, sino una educación sin igual en la cancha. Björn Borg ganó seis títulos en singles en el Roland-Garros, cuatro de ellos consecutivos de 1978 a 1981. Ganó las seis finales que jugó en París. A los 16 años ya jugaba profesionalmente y ganó el torneo francés cuando tan solo tenía 18 años. Este chico prodigio se retiró a los 26 años habiendo ganado 64 torneos incluyendo 11 títulos de Grand Slam. Esta leyenda del tenis comparte testimonio con Rolex desde 2013 y recomienda no perder de vista al italiano Jannik Sinner, quien estará peleando tal vez, la victoria en el Roland-Garros este año.

“Siento que mi vida se divide en tercios. El primero era sobre el tenis y mi carrera, convertirme en la número uno. El segundo se trató sobre mi familia, educar a mis tres hijos y el tercero se trata de encontrar la paz en mi interior. Cuando veo mi Rolex, no veo 18 Grand Slams, veo una reflexión sobre las diferentes etapas de mi vida. Es una extensión de mí”, Chris Evert.

“Roland-Garros 1974 fue mi primera victoria en el Grand Slam, fue algo muy especial porque yo no era uno de los favoritos para ganar. Pensar que eso pasó hace 50 años me hace sentir muy orgulloso y feliz. París y el Roland-Garros siempre tendrán un lugar especial en mi corazón. Cuando Rolex se asoció con el torneo en 2019, se sintió como el camino correcto tanto para la historia del tenis como para los valores que ambos comparten”, Borg.

Y es justo eso: una relación donde lujo, elegancia, valores e historias se comparten, se toman de la mano para marcar el tiempo en el partido de tu vida.

©Leo Mason/Popperfoto via Getty Images ROLEX TESTIMONEE AND SIX-TIME ROLAND-GARROS CHAMPION BJÖRN BORG