De un polémico rodaje al misterioso rol de Taylor Swift en la película: todo sobre la disputa que comenzó en el set de It Ends With Us. El documental de Chris Hackett, ‘He Said, She Said: Blake Lively vs Justin Baldoni’, registra una de las disputas legales más resonantes de la industria del cine, con material de archivo y una exhaustiva investigación de los documentos presentados por los actores de cara al juicio por conducta sexual inapropiada y desprestigio que se llevará a cabo en 2026. Platicamos con Olivia Evans, creadora y productora del documental, para conocer más sobre esta pieza que llegará a streaming a través de Universal+ este 2 de septiembre.

¿Por qué decidieron hacer un documental sobre este caso legal en particular?
Conocí la historia primero en redes sociales, como le pasó a mucha gente. Fue allí donde explotó. Y creo que se volvió un gran tema en agosto del año pasado, pero para diciembre ya había crecido muchísimo. Había mucha confusión sobre la línea de tiempo y lo que estaba ocurriendo, pero también mucha información online que no sabías si era real, además de un montón de opiniones. Así que pensamos que era una gran oportunidad para crear un documental que mostrara los dos lados y que viera esto como lo que es: dos personas, dos seres humanos.
Queríamos hacer algo neutral, pero que al mismo tiempo les diera voz a ambos y presentara información para que la gente pudiera sacar sus propias conclusiones, además de dejar claro un panorama con una cronología que mostrara los hechos ordenados.

¿Cómo surgió el título He Said She Said?
El título lo pensamos un poco más adelante, y refleja perfectamente lo que es el caso. Al final es una palabra contra otra —”he said, she said”—, y es algo con lo que todos podemos identificarnos. Todos hemos estado en situaciones en las que estuvimos en la misma habitación pero recordamos las cosas de manera diferente. Y de eso se trata esta historia, es algo que cualquiera puede comprender.
¿Cuáles fueron los mayores retos al seguir la historia legal de celebridades tan grandes como Blake Lively?
Creo que el reto más grande fue que el caso [se desarrolló] en enero. Empezamos a trabajar en enero y la historia cambiaba todo el tiempo. No sabíamos si iban a llegar a un acuerdo al día siguiente, o si iban a publicar un sitio web con un montón de pruebas, que fue lo que pasó. Así que tuvimos que ser muy adaptables, estar muy atentos y muy cerca de la historia. Se verificó todo de manera rigurosa, y tuvimos a un abogado revisando el documental varias veces para asegurarse de que todo fuera justo, verídico y correcto. Así que sí, lo más complicado fue estar siempre alerta para cubrir todo lo que salía nuevo e importante y que quedara dentro del documental.

¿Cómo influyó la participación de abogados en la realización del documental?
Siempre trabajamos con abogados cuando hacemos este tipo de programas. Tenemos una abogada en particular con la que solemos colaborar, y creo que esta vez revisó el documental unas siete veces, lo cual es mucho y bastante inusual. Hicimos todo lo posible para mantenernos neutrales y asegurarnos de que todas las voces tuvieran su peso. Ella estuvo con nosotros desde la fase de desarrollo, desde el inicio, hasta el final, asegurándose de que todo funcionara.
Además, también contamos con una abogada experta en el caso dentro del programa, lo cual era muy importante, porque creo que eso marca la diferencia: no solo tener opiniones de redes sociales, sino gente que ha trabajado en historias similares o que conoce de cerca el tema, para dar un punto de vista informado.

¿Cómo fue trabajar con el director Chris Hackett?
Fue encantadora. Él y yo trabajamos en IMBd durante mucho, mucho tiempo. Nos conocemos bien y hemos cubierto cosas mucho más estresantes, como elecciones, donde trabajábamos hasta las 4 de la mañana, mientras que esto, debo decir, fue más tranquilo. Así que sí, fue una experiencia muy buena.
Yo fui quien vio la historia primero en redes sociales y la llevé a nuestro equipo de desarrollo. Tenemos un equipo internacional de unas cuatro personas, y la presenté ahí. Dijeron que valía la pena perseguirla y buscar acceso. Y ya una vez que se aprobó el proyecto, fue cuando Chris se unió y aportó su visión.
¿Cómo crees que será percibido el documental en el futuro, considerando que la historia aún continúa?
Creo que nos hicimos un gran favor al mantenernos neutrales, porque las opiniones de la gente cambiaban con cada nueva información que salía, pero nosotros nos mantuvimos en esa línea intermedia. Espero que en el futuro la gente lo vea como una presentación de hechos. Pero me encantaría volver a hacer algo con la ventaja de la retrospectiva, una vez que el juicio ocurra —si es que ocurre—, para actualizarlo y reflexionar otra vez con esa perspectiva.
Espero que en el futuro la gente lo vea como una presentación de hechos.

¿Es un reto hacer un documental neutral cuando el desenlace puede favorecer a una de las partes?
En algún momento habrá un ganador, esa es la realidad. Aunque de alguna forma ambos se están dañando la reputación por igual. No nos preocupa que después se piense que tomamos un lado equivocado, pero sí sabemos que en redes y en la opinión pública habrá gente que crea que no fuimos neutrales. Siempre habrá quienes quieran que la historia se cuente desde su lado. Nosotros teníamos que mantenernos en lo que creemos correcto y en ese punto medio. Creo que lo logramos y estoy muy orgullosa de eso. Amigos míos lo vieron con una opinión inicial y al terminar pudieron ver los dos lados, y eso me hizo muy feliz: que los llevamos a esa visión equilibrada.
¿Qué papel jugaron las redes sociales en esta historia y en el documental, qué piensas sobre cómo todo se vuelve viral?
[Añadirlas] fue una decisión estilística porque, al final, el libro se hizo popular gracias a TikTok, y probablemente la historia no hubiera llegado a este nivel sin las redes sociales. De alguna forma, las redes son democratizadoras porque todos tienen voz. Así que incluirlas en el documental fue un homenaje a su papel tan esencial en esta historia. Las usamos para mostrar la fuerza con la que la gente sentía esta división. Había dos bandos muy marcados, y queríamos mostrar que eso era parte de la historia. Creo que eso se transmitió bien: las redes son otro personaje más. Usamos clips de redes sociales, que no son tan comunes en documentales largos, pero aquí se sentía lo correcto.

¿Planeas hacer más documentales sobre celebridades y casos similares?
Sí, definitivamente. Estamos trabajando en más historias sobre celebridades. De hecho, tenemos otro que acaba de ser adquirido por Universal para América Latina, sobre Matthew Perry y su fallecimiento, que saldrá en octubre. Así que sí, queremos hacer más y ya tenemos otro en camino tras este.