Cada año, octubre hace que el mundo se vea en otra tonalidad con el único fin de hacer consciencia de la importancia sobre la prevención del cáncer de mama en la salud de todas las mujeres del mundo.

Por Carlos Tomasini

LA REALIDAD ES QUE ESTE MES EN PARTICULAR debe ser considerado como un llamado a la acción que nos recuerde a todos la batalla incansable y diaria contra el cáncer de mama, una enfermedad que, lejos de ser un simple dato estadístico, es una herida que impacta a millones de mujeres y a sus familias. Aunque los listones y las prendas rosas adornan pasarelas, uniformes deportivos y escaparates, el verdadero estilo radica en lograr captar la atención para transmitir de la mejor manera toda la información posible sobre la prevención de esta mortal enfermedad. Queremos invitarte a dejar de ver esta lucha como una causa lejana y asumirla como propia.

Una científica observa células cancerosas y no cancerosas teñidas, todas tratadas con un posible fármaco contra el cáncer.

El desafío que se libra en las cifras

Para entender la magnitud del reto es necesario ponerle rostro a los números. En México la realidad es demoledora: de acuerdo con cifras oficiales, en 2022 se registraron 31,043 nuevos casos de cáncer de mama, mientras que en 2023 hubo alrededor de 7,992 muertes, es decir, unas 22 mujeres fallecen al día por esta causa. A pesar de que la detección temprana puede elevar drásticamente las posibilidades de cura —en cánceres detectados en etapa localizada las tasas de supervivencia a cinco años alcanzan entre 95 y 99%—, más de 70% de los diagnósticos en México se hacen en fases avanzadas, cuando el pronóstico es mucho más complejo. Es un círculo vicioso de desconocimiento y miedo que se traduce en tragedias prevenibles.

AILIS es una innovadora máquina creada por Michal Matuszewski, que utiliza inteligencia artificial para la identificación
de lesiones cancerosas. Se espera que esta tecnología se introduzca primero en el mercado polaco, y posteriormente se expanda a Europa. Polonia tiene la tasa de mortalidad por cáncer de mama más alta de la Unión Europea, con una detección temprana de tan solo el 41%.

En Latinoamérica la situación no es muy diferente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que una de cada ocho mujeres desarrollará cáncer de mama a lo largo de su vida. En la región, desde 2006 esta enfermedad supera al cáncer de cuello uterino en mortalidad, y apenas 10% de los casos en México se detectan en fase inicial, lo que subraya la urgencia de fortalecer campañas de concientización y garantizar acceso a estudios oportunos.
Los factores de riesgo también reflejan los cambios en el estilo de vida: el sobrepeso, la alimentación poco saludable, la maternidad tardía y la baja tasa de lactancia natural aumentan la vulnerabilidad de las mujeres. A ello se suman barreras estructurales como la falta de políticas públicas eficaces, la escasez de personal capacitado para interpretar mamografías y la desigualdad entre zonas urbanas y rurales, lo que limita que la prevención llegue a toda la población realmente de forma equitativa.

A nivel global, en 2022 la OMS estimó que hubo aproximadamente 2.3 millones de nuevos casos de cáncer de mama y cerca de 670,000 muertes. En América Latina y el Caribe, la realidad todavía es más alarmante: en 2020 se registraron más de 210,000 diagnósticos y casi 68,000 muertes, y 32% de los casos correspondieron a mujeres menores de 50 años, frente al 19% en América del Norte, una diferencia que evidencia cómo esta enfermedad golpea con mucho mayor fuerza a las mujeres más jóvenes en nuestra región.

Por iniciativa de la asociación Pink Ribbon, la Grand-
Place de Bruselas, se iluminó de rosa en apoyo a las pacientes con cáncer de mama. Cada año en Bélgica, 11,000 mujeres por cada 100 hombres, se enteran de que padecen esta terrible enfermedad.

Cáncer Triple Negativo: una batalla contra el tiempo

La lucha se torna más compleja con variantes como el cáncer de mama triple negativo (CMTN), que representa alrededor del 10–15% de los casos a nivel mundial. En México, estudios y reportes recientes lo ubican en un rango más amplio, entre 12% y 23%, lo que equivaldría a entre 3,700 y 7,100 diagnósticos de los 31,043 registrados en 2022. De manera particular, este subtipo afecta con frecuencia a mujeres menores de 40 años. El CMTN es un cáncer especialmente agresivo que no responde a terapias hormonales ni a tratamientos dirigidos que suelen ser efectivos en otros subtipos. Esto lo convierte en un desafío clínico con mayores probabilidades de recurrencia. Actualmente, la investigación avanza en quimioterapias, inmunoterapias y ensayos clínicos que buscan opciones más específicas para mejorar el pronóstico. “Este tipo de cáncer no responde a tratamientos hormonales, ya que sus células carecen de receptores de estrógeno, progesterona y HER2, lo que limita las opciones terapéuticas”, explica la oncóloga Rocío Grajales, vocera de la Fundación CIMA. Por su parte, Gabriela Torres Mejía, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señaló que los estudios inmunohistoquímicos son esenciales para orientar tratamientos más precisos en estos casos.

La IA: la ciencia del mañana aplicada hoy

Una buena noticia es que los avances tecnológicos abren un nuevo panorama para tratar el cáncer de mama, especialmente con el uso de la Inteligencia Artificial. Lejos de ser un concepto de ciencia ficción, la IA ya es hoy una tecnología aliada en la primera línea de batalla contra el cáncer. En el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un equipo de investigadores desarrolló un algoritmo capaz de detectar células malignas en mamografías con un nivel de precisión de hasta 98%, superando el 95% de la capacidad humana. De manera similar, otra universidad mexicana, el Tecnológico de Monterrey, creó un sistema de IA capaz de analizar imágenes radiológicas que ayudan a identificar lesiones y determinar la probabilidad de malignidad, lo que reduce los tiempos

de diagnóstico y aumenta la tasa de detección oportuna. Estos algoritmos no se cansan, no se distraen y pueden procesar miles de mamografías en segundos, identificando patrones sutiles que podrían pasar desapercibidos, lo que acelera el diagnóstico y reduce el margen de error. Aunque estos algoritmos aún están en fase de validación clínica, representan un paso clave para que los oncólogos diseñen terapias más personalizadas, optimizando la eficacia y reduciendo efectos secundarios. La unión de la tecnología con la empatía médica es un binomio que puede salvar incontables vidas.

El cáncer de mama es el más diagnosticado en Kenia. Médicos y enfermeras de diferentes instituciones realizaron exámenes gratuitos y sesiones de concientización en varias zonas rurales del país africano

La prevención: un acto de amor propio
Más allá de la última tecnología, la prevención sigue siendo la mejor defensa. La autoexploración no es un simple paso: es un acto de amor propio que salva vidas. Es fundamental familiarizarse con el cuerpo y realizar esta revisión una
vez al mes, preferiblemente después del quinto día de la menstruación. Si se nota cualquier cambio, por mínimo que sea, hay que acudir al médico sin demora. Expertos también recomiendan mantener una dieta balanceada, baja en azúcares y grasas, y practicar ejercicio regular. Estos factores reducen verdaderamente riesgos y ayudan a mantener una mejor calidad de vida.

La reconstrucción: un puente hacia la reintegración

La recuperación del cáncer de mama no termina con
la quimioterapia. La reconstrucción mamaria es un
capítulo crucial en esta historia de resiliencia. Empresas como Johnson & Johnson MedTech ofrecen opciones de reconstrucción seguras y eficaces, mientras que iniciativas sociales también han marcado la diferencia. Un ejemplo es el programa de Farmacias Benavides en alianza con Fundación Alma y Cruz Rosa A.B.P. que ha otorgado cientos de cirugías reconstructivas y más de mil prótesis mamarias a sobrevivientes en México. La reconstrucción no solo restaura la imagen corporal, también ayuda a recuperar la autoestima y facilita la reinserción de las mujeres en sus actividades cotidianas.
Este octubre la lección es clara: la prevención es el acto
de moda más importante que podemos abrazar. Es una declaración de intenciones que habla de amor propio, de fortaleza y de comunidad porque el mejor look es uno que
te haga sentir segura y sana, pero sobre todo viva.