El cuidado de la cara es un ritual sagrado para todas nosotras, pero hay una zona que solemos olvidar: el cuello. Así es, mientras nuestra cara recibe mascarillas, sueros y cremas milagrosas, el cuello suele quedar relegado y eso es sin duda un gran error.

El cuello tiene una piel más delgada y menos glándulas sebáceas que el rostro, lo que lo hace más propenso a la resequedad y a mostrar arrugas prematuras. ¿Cuántas veces te has cruzado con alguien cuyo rostro parece rejuvenecido, pero su cuello revela la verdadera edad? No seas esa persona. 

Usar crema para el cuello diariamente ayuda a hidratar, prevenir la flacidez y mantener la elasticidad de esta delicada zona.

Las tendencias actuales de skincare enfatizan la importancia de un enfoque integral. Esto incluye no solo el rostro, sino también el cuello, el escote y las manos. Aplicar crema para el cuello al mismo tiempo que haces tu rutina facial garantiza una piel uniforme y saludable. Opta por cremas con ingredientes como ácido hialurónico, retinol o péptidos, que nutran en profundidad.

Sin embargo, no basta solamente con usarla, también importa el cómo. Con movimientos ascendentes y suaves, extiende la crema desde la clavícula hasta el mentón, distribuyendo el producto uniformemente y estimulando la circulación.

Entonces, como verás, el cuidado del cuello no es un lujo sino una necesidad.