Rushemy Botter y Lisi Herrebrugh presentaron su segunda colección para Nina Ricci y merecen ser aplaudidos por sus esfuerzos en producir una renovación juvenil y fresca a la conocida marca. Para primavera-verano 2020, el dúo creativo sostuvo una presentación en donde los cortes, los volantes y volúmenes, y los accesorios jugaron un papel importante. A su manera esta fue femenina y divertida con guiños al estilo mod de los sesenta, alejándose del romanticismo que ha caracterizado la firma en años anteriores.

Buscando la renovación, Botter y Herrebrugh presentaron un arsenal de piezas ideales para la temporada del frío —las prendas oversized resultaron un highlight. Los esfuerzos fueron aplaudidos por los asistentes, quienes remarcaron la energía que rigió la colección.

Los looks en organza fueron de impacto, pues destacaron por ser completamente frescos. Sin duda, son piezas que no solo se adecúan a la temporada en cuestión (2020), sino que pueden trascender. Y sí, eso es lo que las firmas están buscando hoy en día, impactar con prendas de inversión. Así, Nina Ricci se moderniza para encontrar un mercado de nicho entre las nuevas generaciones. Y aunque esta pareja es técnicamente principiante, su evolución tiene mucho crédito; sin embargo faltó de orden en las ideas. Aún así el resultado fue lindo y prometedor.

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