La semana de la moda en Milán es una afirmación de estilos, cortes y colores. Esta capital del diseño es digna de su estatus y siempre presenta en sus pasarelas prendas que revolucionan la tendencia y marcan un tono a seguir. Con la conclusión del primer día [oficial] de las presentaciones SS20, es evidente que la geometría está jugando un papel importante esta edición. Hasta el momento, dos firmas expusieron sus propias versiones de arquitectura para vestir.

Nº21 por Alessandro Dell’Acqua demostró justo esto; una pasarela floreada y satinada imbuida en una paleta suave pero sobria. Cortes de media manga y cortes diamantes en el pecho, caídas rectas, drapeados y arruches bombache hacen de su repertorio una oda a la construcción del vestir. Mezclado con tonalidades lilas, verdes y amarillas, estampados con una vibra un tanto arriesgada y una gama de azules, grises y negros, el diseñador abrió paso a una paleta bastante cruda —misma que estamos acostumbrados a ver en las colecciones otoñales. Aún así, el dinamismo convirtió a esta colección en una poco tradicional, llena de emoción, diversión y riesgo.

Por su parte, una de las firmas favoritas de Milán, Jil Sander, quienes se mantienen fiel a su identidad minimalista, presentó una colección que también le rinde honor al arte de confeccionar por medio de la construcción. Blazers con solapas de medio cuello y aperturas muy demure en el pecho, junto a jumpers, costuras escondidas, mangas de camisa en vestidos, filas de botones que le dan vida a un atuendo simple, y de nuevo mucho satín; la elegancia simple, casi desnuda, pero energizante empoderará a la mujer que vista estos atuendos dándole personalidad y fuerza, un tanto estoica pero cautivante.

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@jilsander Spring 20

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*IMAGEN: Getty Images