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En torno a la espectacular celebración del Día de Muertos, Tane – la marca de joyería de lujo – celebra a lo mexicano con una gran colección diseñada por una artista mexicana llena de talento y creatividad.
Miquiztli, creada por el artista Sebastian, se integra a la prestigiosa Colección TANE Arte Objeto mediante tres exclusivas series numeradas y limitadas. Esta palabra náhuatl, que da título a la pieza, hace referencia al sexto día del calendario azteca, fecha propicia para la realización de rituales y ceremonias dedicadas a los difuntos; un espacio para honrar y reflexionar.
“Los mexicanos tenemos creencias muy profundas sobre la muerte, y yo siempre quise hacer una calavera a mi manera, con mi sello, con el estilo sebastino”, asegura Enrique Carbajal (Camargo, Chihuahua, 1947), conocido en la vida pública por el seudónimo de Sebastian, sinónimo de arte mexicano con proyección internacional. Y, como era de esperarse, el resultado de esta creación ha sido, en todos los aspectos, brillante, o con mayor precisión, deslumbrante.
“Fue precisamente esa introspección la que me llevó a diseñar una calavera con uno de los volúmenes regulares que manejo en mi lenguaje artístico, el cubo”, señala el escultor, y añade: “Cada cráneo reposa dentro de un cubo integrado por diferentes piezas; una especie de rompecabezas que invita a cruzar la barrera de la contemplación y desempeñar un rol participativo”.
Descubrir la calavera en el interior del cubo evoca la idea de la excavación en un entierro prehispánico, de modo que este proceso de revelación es una suerte de ritual; es el acto de encaminarse hacia la meditación, como la de Miquiztli.
Cada calavera fue elaborada en el material icónico de TANE: la plata .925, y se encuentra dividida por dos ejes, en cuatro secciones, que actúan como referentes de los sentidos universales. Se trata de piezas únicas con combinaciones cromáticas que abarcan, desde la plata pulida, hasta el vermeil en oro amarillo de 23 quilates, pasando por el vermeil en oro rosa de 18 quilates y el rutenio.
“Indiscutiblemente son creaciones que atesoran una destreza que solo las manos expertas y la maestría artesanal de la firma de lujo mexicana, fundada en 1942, puede garantizar. Cada calavera ha sido ejecutada manualmente en los talleres de la casa platera, bajo el cuidado meticuloso de los mejores maestros orfebres del país, fusionando los intereses plásticos de Sebastian (perspicacia volumétrica, vocación constructivista y cavilación científica), con el espíritu de la marca: pasión, diseño y excelencia”, dice la marca en un comunicado.
Enrique Carbajal – creador y miembro de la Legión de Honor Nacional; académico de número de la Academia de Artes de México; integrante del World Arts Forum Concil; y con más de 190 exhibiciones individuales alrededor del mundo – ha estructurado un estilo imposible de confundir que sincretiza la geometría, la síntesis formal y su arraigo por la tradición cultural de nuestro país.
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