Hoy son malas noticias en el mundo de los royals. Meghan Markle reveló en un artículo que escribió para el New York Times y titulado “Las pérdidas que compartimos” (The Losses We Share), haber sufrido un aborto espontáneo el pasado julio. “Después de cambiarle el pañal a Archie, sentí un calambre agudo. Me dejé caer al suelo con él en mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a los dos tranquilos, la alegre melodía contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien.” ¡Qué terrible situación pasó la duquesa de Sussex!

“Sabía, mientras abrazaba a mi primogénito, que estaba perdiendo al segundo”, continuó la estadounidense. “Horas después, estaba acostada en una cama de hospital, sosteniendo la mano de mi esposo. Sentí la humedad de su palma y besé sus nudillos, mojados por nuestras lágrimas. Mirando las frías paredes blancas, mis ojos se pusieron vidriosos. Traté de imaginarme cómo sanaríamos”, agregó. “Perder un hijo significa cargar con un dolor casi insoportable, experimentado por muchos pero del que pocos hablan”.

Hace unos meses surgió el rumor sobre el embarazo de Markle, y no sabemos cuántas semanas de embarazo tenía. Sin embargo, muchas mujeres experimentan embarazos espontáneos durante las primeras 12 semanas. Según Daily Mail, el Palacio de Buckingham estuvo al tanto de la tragedia y del artículo que la duquesa escribiría para el New York Times. 

“Perder un hijo significa cargar con un dolor casi insoportable, experimentado por muchos pero del que pocos hablan. En el dolor de nuestra pérdida, mi esposo y yo descubrimos que en una habitación de 100 mujeres, de 10 a 20 habrían sufrido un aborto espontáneo”, siguió contando Meghan. “Sin embargo, a pesar de la asombrosa similitud de este dolor, la conversación sigue siendo tabú, plagada de vergüenza (injustificada) y perpetuando un ciclo de duelo solitario”.

“¿Estamos bien? Lo estaremos”, concluye la esposa de Harry en su artículo. Sentimos mucho su pérdida.

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