Alineada a los objetivos ecológicos de su esposo, Meghan Markle viajó de Londres a Nueva York en un vuelo comercial. La duquesa de Sussex no fue acompañada ni de Prince Harry, ni de su hijo Archie, pero sí de su equipo de seguridad. Este viaje exprés de un par de días es únicamente para que Meghan pueda estar presente en la final del US Open femenil, donde su amiga Serena Williams se enfrentará a Bianca Andreescu

Al parecer Meghan se quedó viendo el partido de su amiga hasta la una de la madrugada del jueves en Londres, y luego de que Serena venciera a la ucraniana Elina Svitolina en dos sets en la semifinal del Grand Slam, la duquesa no lo pensó dos veces y reservó de inmediato este vuelo de última hora.

Además de compartir una estrecha amistad con Serena, Meghan es fanática del tenis. De hecho, apenas en julio Meghan estuvo presente en otro partido de Serena en Wimbledon

Justo esta semana, Harry viajó en un vuelo comercial a la ciudad de Ámsterdam para presentar su nuevo proyecto de turismo ecológico, Travalyst. Junto a importantes empresas en la industria turística como Booking, Tripadvisor, Skyscanner, Ctrip y Visa, el príncipe pretende fomentar una cultura de viajes sustentable para proteger al planeta. Esto sucedió luego de que la familia real de Sussex fuera criticada por viajar en un jet privado cuatro veces en once días durante sus vacaciones el mes pasado, y contaminar demasiado en vuelos de pocas personas. Fue para “mantener a salvo a su esposa y a su hijo”, aseguró Harry.

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