Marisa Paredes: Una estrella irrepetible

El cine español se viste de luto tras la partida de Marisa Paredes el pasado 17 de diciembre. Con una carrera que abarcó más de 75 películas y 80 producciones televisivas, Paredes deja un legado artístico que pocas figuras en la historia pueden igualar.

Su talento, combinado con su firme compromiso social y político, la convirtió en un referente único dentro y fuera de la pantalla.

De musa de Almodóvar a ícono internacional

Marisa Paredes: Un legado eterno
Marisa Paredes: Un legado eterno

Aunque trabajó con los nombres más relevantes de la cinematografía española, fue Pedro Almodóvar quien catapultó su carrera a otro nivel. En 1983, Marisa se unió al selecto grupo de las “chicas Almodóvar” con su interpretación en Entre tinieblas.

Allí dio vida a Sor Estiércol, un papel que reflejaba las tensiones culturales de una España en plena transición democrática. Su valentía al asumir roles tan provocadores la posicionó como una actriz sin miedo a los retos.

En los años 90, Paredes brilló en producciones emblemáticas como Tacones lejanos y La flor de mi secreto. Becky del Páramo, la diva que marcó un antes y un después en la narrativa del cine, y Leo Macías, el personaje roto pero entrañable, son interpretaciones que quedaron grabadas en la memoria colectiva.

Compromiso y versatilidad artística

Marisa Paredes: Un legado eterno
Marisa Paredes: Un legado eterno

Más allá de Almodóvar, Marisa Paredes trabajó en Europa con directores de la talla de Roberto Benigni, ampliando su influencia al cine internacional.

En cada proyecto, su capacidad para encontrar poesía en lo cotidiano le permitía destacar, como lo hizo en Petra de Jaime Rosales o en el icónico papel de Huma Rojo en Todo sobre mi madre, un personaje que destilaba humanidad y fortaleza.

Un legado que trasciende la pantalla

Marisa Paredes: Un legado eterno
Marisa Paredes: Un legado eterno

Paredes no solo dejó huella como actriz, sino también como figura pública comprometida con las causas progresistas. En sus declaraciones y actos, siempre mostró una firmeza que la hacía brillar más allá de las cámaras.

Su célebre frase en La flor de mi secreto, “Betty, menos beber, que difícil me resulta todo”, seguirá resonando como símbolo de su profunda conexión con el público.

Con la partida de Marisa Paredes, el cine pierde una de sus voces más genuinas y combativas. Su impacto en el séptimo arte y su lucha por un mundo más justo aseguran que su legado perdurará por generaciones.