México está en boca y la mira de todos gracias a Louis Vuitton. Esta, la primera colaboración que la maison hace con cualquier artesano del mundo, es una celebración de la herencia zapoteca y las tradiciones milenarias de la región. A través de una asociación denominada como “práctica justa” (fair practice), Louis Vuitton se convierte en un importante vocero de las raíces ancestrales al dejar que estos artesanos del Taller Casa Don Juan, intervengan una selección de baúles, la pieza más icónica de la firma.

Basados en el calendario zapoteco, el diseño personalizado involucra las tonas y los nahuales, una mezcla de animales relacionados al día y año en que una persona nace. Son 20 animales los conforman la cosmovisión y que al momento de determinar los de una persona, se forma el tan conocido Alebrije. En este caso las obras son pintadas a mano —una reafirmación del savoir-faire que profesa Louis Vuitton— sobre el baúl para crear una fusión de culturas y que también se torna en contrastes inesperados entre los tonos neutros del monograma y los vibrantes que remiten a México.

El diálogo para crear cada obra de arte empieza y concluye entre el artesano y el cliente. Así, el respeto por el arte folklórico, el arte de personalizar y el servicio exclusivo, se mantienen alineados con los valores de Louis Vuitton y de los maestros artesanos.

Este proyecto ha sido creado bajo los más altos parámetros de respeto y buenas prácticas en el marco de la Ley Federal de Derechos de Autor y la Ley de Salvaguardia de los conocimientos, identidad y cultura de las comunidades indígenas.

La colaboración fue develada en el marco de la semana del arte en CDMX y podrás ver cómo cada obra de arte cobra vida en Zona Maco. Posteriormente, el servicio de personalización estará disponible en boutiques Louis Vuitton de México.

*IMÁGENES: Cortesía de Louis Vuittton