“Ella cree en el destino (como convertirse de profesora a ícono de estilo)”.

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Existen muchas mujeres a quienes admiramos, no sólo por su forma de vestir, sino por su filosofía de vida que inspira y empodera a nuestro género. Eso es a lo que nosotras consideramos un ícono de estilo.

 

Como te habrás dado cuenta, Iris Apfel es uno de nuestros favoritos gracias a su idea de experimentar con un caos controlado –nada “común” para alguien que se aproxima al centenario– que siempre resulta en atuendos perfectamente ensamblados y que además, reflejan a la perfección su personalidad. “Más es más y menos es aburrido” es una de sus frases que mejor la describe y es precisamente por esa picardía al hablar, actuar y vestir, que la admiramos.

El movimiento iniciado por ese grupo de neoyorquinas que rebasan la barrera de los 60 y que fascina a fotógrafos del street style y diseñadores, las ha coronado como fashionistas. Hoy te vamos a platicar de Lyn Slater, catedrática de servicio social –en la Fordham University, en NYC– de 63 años que se autodenomina “The Accidental Icon” y bloguera de moda cuyo dominio del boyish look, te dejará boquiabierta.

 

 

Para ella, toda quien la lee o la sigue, entra en la categoría de personas que viven “interesantes, pero ordinarias vidas”. “Las mujeres como yo que no son ni famosas ni celebridades, pero que son inteligentes, creativas, vanguardistas, atléticas, conscientes, comprometidas, afines y sobre todo, claras y cómodas con quienes son”, detalla en su blog bajo este mismo pseudónimo.

Lo propositivo de su onda, la ha llevado a alcanzar los casi 55k seguidores en Instagram. Nada mal para una silver fox y sobre todo, en una red que tiene tanto impacto en cuanto a la viralidad del street style.

Corte de pelo a la Skrillex –pero sumamente sofisticado– labios rojos, accesorios statement y gran predilección por los looks monocromáticos y en blanco y negro, son definitorios de esa vibra cool que proyecta. En entrevista con Refinery29, aseguró que para ella no existe tal cosa como una regla irrompible.

 

 

“Realmente se trata de mi identidad o de lo que quiero que el mundo vea ese día en particular. He visto muchas de esas historias que dicen “lo que no te puedes poner” y “lo que te debes poner” en tus 50s o 60s y como una rebelde, automáticamente no voy a hacer lo que me digan”, aseguró. “Todo se puede transformar a tu estilo personal. Para mí, lo importante es: ¿con qué me siento cómoda”, detalló.

 

Si pudiéramos imaginar una forma disruptiva de vivir nuestro retiro, eligiríamos la de Lyn. ¡Sin dudarlo ni un segundo!