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En 2023, la actriz mexicana Issabela Camil emprendió una batalla legal contra Netflix, alegando que la plataforma utilizó su imagen sin consentimiento en “Luis Miguel: La Serie”.
Camil, quien mantuvo una relación con el cantante en los años 90, sostiene que la representación de su persona en la serie, especialmente en escenas de contenido sexual, vulnera su derecho a la intimidad y le ha causado daño moral y material.
En consecuencia, presentó dos demandas civiles: una ante el Tribunal Superior de Justicia de Ciudad de México por daño moral, y otra ante un juzgado de distrito por daño material. Estas demandas buscan una compensación millonaria por el uso indebido de su imagen.

El 31 de enero de 2025, la Fiscalía General de la República (FGR) ordenó a Netflix eliminar, en un plazo de cinco días, todas las escenas de contenido sexual que involucren al personaje basado en Camil.
Esta decisión se fundamenta en la Ley Olimpia, legislación mexicana que penaliza la difusión de contenido íntimo sin consentimiento, especialmente cuando se realiza con fines lucrativos. La ley establece sanciones de tres a seis años de prisión y multas significativas para quienes cometan este tipo de delitos.
La Ley Olimpia, nombrada así en honor a la activista Olimpia Coral Melo, surgió como respuesta a la creciente problemática de la violencia digital y la difusión no consentida de contenido íntimo.

Esta legislación ha sido un hito en la protección de los derechos de las personas en el entorno digital, reconociendo y sancionando la violencia mediática y digital.
El caso de Issabela Camil no es el único en México relacionado con la representación no autorizada de personas en producciones audiovisuales. En el pasado, la película “Familia de Medianoche” fue retirada de plataformas de streaming tras una denuncia por violencia mediática, sentando un precedente en la protección de la intimidad y los derechos de las personas retratadas sin su consentimiento.
Este conflicto legal entre Issabela Camil y Netflix pone de relieve la importancia de respetar los derechos de imagen y la intimidad de las personas, así como la necesidad de que las plataformas de contenido y productoras audiovisuales actúen con responsabilidad y ética al representar historias basadas en hechos reales.
La resolución de este caso podría sentar un precedente significativo en la industria del entretenimiento y en la aplicación de la Ley Olimpia en México.
*IMAGEN: Google Images