En el universo de las bodas, hay vestidos que simplemente lucen bien y hay otros que cuentan historias. El de Ale Capetillo pertenece sin duda al segundo grupo. Para su gran día, Ale confió en una de las personas más cercanas a su corazón: su mejor amiga, la diseñadora Lorena Formoso. Juntas, tejieron no solo un vestido, sino una narrativa cargada de emociones, tradiciones y símbolos familiares.

El diseño principal fue un vestido de novia único, compuesto por un corsé entallado que remite a la elegancia de siglos pasados. Esta pieza superior, inspirada en la estética del siglo XVI, se unía a una voluminosa falda mediante una cintura vasca: un tipo de corte que toma su nombre de los trajes tradicionales del País Vasco, reconocible por su caída estructurada que enmarca las caderas con sutil dramatismo. La silueta, aunque clásica, tenía una esencia moderna que reflejaba el estilo sofisticado de Ale.

Lorena Formoso: Ale Capetillo y su Vestido Soñado
Lorena Formoso: Ale Capetillo y su Vestido Soñado

Sin embargo, el verdadero protagonista fue otro: la mantilla española de su abuela Maricarmen. “Desde el primer momento supe que debía llevarla”, confesó Ale.

Proveniente de Sevilla, la mantilla representaba sus raíces, su historia familiar y un legado femenino invaluable. Para integrarla al look nupcial, Lorena añadió una segunda mantilla, también heredada de la familia, creando una pieza única que descendía desde la cabeza hasta el suelo, como una capa de memorias bordadas a mano.

Además, Ale también lució un conjunto especial para su ceremonia civil: un elegante dos piezas igualmente diseñado por Lorena Formoso, que continuaba el lenguaje estilístico del vestido principal, pero con un enfoque más sobrio y contemporáneo.

Lorena Formoso: Ale Capetillo y su Vestido Soñado
Lorena Formoso: Ale Capetillo y su Vestido Soñado

Cada costura, cada encaje, cada decisión reflejaba el vínculo entre diseñadora y novia, así como la importancia de honrar el pasado sin dejar de mirar al futuro.

El resultado fue un vestido que no solo realzó su belleza exterior, sino que también proyectó sus emociones más profundas. Ale Capetillo demostró que un look nupcial puede ser tan simbólico como estético, convirtiéndose en un verdadero tributo a la memoria, a la amistad y al amor.

*IMAGEN: Instagram