Steve Jobs, creador y difunto CEO de Apple, siempre aparecía vestido igual en público – jeans, una playera negra con manga larga y cuello de tortuga, y unas sandalias Birkenstock – por lo que en lugar de usar tiempo eligiendo su outfit diario, lo usaba levantando el imperio que creó.

Ahora, el par de sandalias de los años 70 que Steve usó durante 20 años, fueron subastadas por $218,750 dólares, más del triple de lo esperado.

Steve Jobs usó las sandalias Birkenstock Arizona de cuero de gamuza marrón durante las décadas de 1970 y 1980, según indicó Julien’s Auctions – la casa encargada de realizar la subasta – incluso cuando estaba ideando los inicios de la primera computadora Apple con su amigo y cofundador Steve Wozniak, en 1976.

Las sandalias Birkenstock que usaba Steve Jobs se subastaron en 218 mil dólares

La plantilla de corcho y yute de la sandalia conserva la huella de los pies de Steve Jobs después de décadas de uso, dijo la casa de subastas, y la suela de goma de los zapatos tiene un fuerte desgaste.

Los zapatos llegaron al mercado por primera vez en 2016 a través de Mark Sheff, un chef de alimentos naturales que administraba la casa de Steve Jobs en Albany, California, en la década de 1980 y dijo a Business Insider que el genio – que falleció en 2011 – “guardaba muy pocas cosas” y que frecuentemente las tiraba o regalaba.

En 2016, la primera vez que fueron subastadas, las sandalias alcanzaron un precio de $2,000 dólares.

Las sandalias Birkenstock que usaba Steve Jobs se subastaron en 218 mil dólares

Un año después, en 2017, fueron exhibidas en la sede central de Birkenstock en Rahms, Alemania, y en la primera tienda de Birkenstock en los Estados Unidos en el SoHo de Nueva York.

“Las sandalias eran parte de su lado simple”, dijo en una entrevista la expareja de Steve Jobs, Chrisann Brennan, en 2017. “Él nunca habría hecho o comprado nada solo para destacar entre los demás. Simplemente estaba convencido de la inteligencia y la practicidad de las sandalias, el diseño y la comodidad de usarlas. Y en Birkenstocks no se sentía como un hombre de negocios, así que tenía la libertad de pensar creativamente”.