Moda

Pintando un arcoíris con un sentimiento de empoderamiento, Bailey festejó la igualdad de género y se despidió de la firma que fue su casa por 17 años.
Esta fue “la última y nos vamos” de Christopher Bailey en Burberry, una celebración en toda la extensión de la palabra. El creativo que logró catapultar la firma inglesa y regresarle el brillo, anunció su salida hace un par de meses. Pero como el juego de las sillas es algo que está a la orden del día, la especulación en torno a estas últimas entregas es grande.
Bailey continúo por la estética de su última colección que delimitó la nostalgia. Una oda a los sesenta y ochenta y a la comunidad LGTBQ que resplandece en la cultura urbana inglesa. El icónico plaid fue intervenido por franjas que aluden a la bandera de la comunidad gay abriendo un discurso de igualdad y empoderamiento. ¿Por qué? No solo porque esta fue la despedida de Bailey, sino porque la sociedad exige igualdad absoluta de género (llámese mujer, hombre, transgénero, intersexual).
La travesía de Bailey es realmente inspiradora. Basta con entender sus diversos puntos de inspiración para comprender estos 17 años. Entre arte, iconos, música, y todo lo que representa la cultura inglesa, el creativo edificó a un Burberry de acuerdo a los tiempos y a los gustos de la sociedad sin temor alguno.
SS18 se define con extravanganza y libertad. Bailey quiere liberarse con una voz más fuerte porque en el siglo XXI el movimiento social pesa más que cualquier T-shirt estampada con un logo o incluso que el plaid icónico. Esclareciendo con prendas que remiten a aquellos tiempos en los que también existía una necesidad social, esta entrega concluyó con dos mensajes: uno, todos somos parte de esta protesta; dos, Christopher Bailey nos dio a entender el verdadero significado de su trayectoria en Burberry.
El indiscutible ícono estaba ahí (trench coat) acompañado de puffer jackets, tie-dyed T-shirts y knit sweaters, sweatshirts, chamarras retro; todo maximizado. Y para cerrar, la musa de quien ahora es exdirector, Cara Delevingne, la Queen B de esta manifestación.
¿Qué sigue?
See-now-buy-now. Por el otro lado, hasta pronto, Bailey.
ç