Jonathan Anderson concibió las colecciones como un álbum de recortes formado por cosas viejas y nuevas que se reúnen al azar para ser preservadas como recuerdos o para servir como inspiración; los recuerdos llenan sus páginas. Al idear la colección como un álbum, Anderson juega con los códigos y tópicos de LOEWE, como el trampantojo y las escalas y volúmenes distorsionados, todo filtrado a través del arte y la artesanía, lo que dio lugar a una colaboración con la Fundación Josef & Anni Albers.

El trabajo de los pioneros de mediados del siglo XX sirve como inspiración central y punto de partida, donde los cuadrados encajados o bloques de color de la serie Homage to the Square de Josef Albers, metamorfosean las formas familiares de los bolsos Puzzle, Flamenco clutch y Amazona, entre otros. Los tejidos pictóricos de Anni Albers, que elevaron el hilo como vehículo de exploración artística, aportan una tactilidad gráfica a abrigos y bolsos emblemáticos.

En otro lugar, el diálogo entre la moda femenina y masculina es orgánico y fluido, fusionando la producción en un todo. El ojo y la mente se ven constantemente desconcertados mientras arquitecturas suaves se dibujan alrededor del cuerpo y sobre él. El cuero se corta, drapea y alarga, los vestidos de punto jersey se esculpen en formas redondas, mientras que los básicos familiares del armario—camisas, suéteres y abrigos—se fusionan en híbridos atrevidos, convirtiendo lo conocido en algo inquietante.

Jonathan Anderson concibió las colecciones de hombre y mujer para el Otoño-Invierno 2025 como un álbum de recortes.

Una exploración de la escala, en grande y en pequeño: siluetas sólidas hechas de elementos micro; un anillo diminuto que se convierte en un top; puntos de tricot agrandados. El corte se presenta de manera profusa, como una invitación a mirar dentro de la prenda y experimentar la moda como algo permeable, más que estático. Un tejido de cuadros Príncipe de Gales se licúa en flecos metálicos, vestidos en hilos de organza con cuentas adquieren la ilusión de ser transparentes, la dureza se torna suave. Los tratamientos de superficie añaden granularidad; el abalorio denso migra de la ropa a los accesorios y a los zapatos Toy mules, mientras que el patrón familiar de las Ballet Runner 2.0 se recrea en piel de oveja.

El Hôtel de Maisons, un edificio del siglo XVIII, se transforma para la presentación del Otoño-Invierno 2025, con diecisiete salas temáticas donde se despliega la colección, junto a una ecléctica selección de obras de la colección de arte de LOEWE e instalaciones con elementos familiares de desfiles, campañas y los talleres de LOEWE.

*Imágenes: cortesía