#MYCALVINS HOUSE es el espacio estéticamente perfecto que CALVIN KLEIN creó para Coachella. Y sí, todo millennial sueña con una casa así.

Los setenta se apoderaron de Coachella este año gracias a CALVIN KLEIN. Una colaboración de ensueño que resultó en la casa kitsch con la que todo millennial sueña. Un edredón estampado por bouquets, un baño en millennial pink con azulejos cuadrados en azul solo para dar contraste, una tina con pelotas transparentes como si se tratara de las burbujas y, finalmente, cojines con motivos bordados en punto de cruz.

Ahí, los carteles de la más reciente campaña de la firma protagonizada por Kendall Jenner, Shawn Mendes, Noah Centineo y A$AP Rocky, inundaron las paredes igualmente florales. Y si aterrizamos el sueño, vemos el humor colegial con uno que otro elemento que incluye las iniciales CK en la tipografía alusiva a cualquier College. La sala de estar no se despega mucho de la estética californiana. Dos sillones en una gama “hippiosa” con adornos un tanto toscos. La cereza del pastel, el tapete peludo que resalta con aquellas cortinas traslúcidas y las televisiones retro.

Armoniosamente perfecta, esta casa es ideal para sumergirte en aquellos tiempo que iniciaron el movimiento musical a través de los festivales. Un guiño a la libertad, al arte y la cultura que trascienden con un mismo fin. Después de todo, es a través de estos espacios que la moda justifica un sentimiento liberal y a la vez espiritual.

*IMÁGENES: Cortesía de Calvin Klein