Kim Jones vuelve a apoderarse de Paris Fashion Week menswear y presenta una colección basada en la arqueología del tiempo.

Kim Jones se ha ganado los aplausos una vez más. El aclamado inglés, rey de las colaboraciones lujosas, hizo de Dior Men SS20 una experiencia completa que ata con el pasado y el presente. En los show notes se habla de una tradición y un ADN que razone con los principios de ahora. Las esculturales siluetas concebidas por el mismo couturier, Monsieur Dior, se tradujeron a sublimes prendas minimalistas. Y los archivos, en especial aquellos creados por John Galliano, reaparecieron con una nueva cara —el estampado de periódico, visto por primera vez en la colección Haute Couture SS00—.

Junto a Daniel Arsham, Jones concibió un espectacular escenario alusivo a los años cincuenta, particularmente al atelier de Christian Dior. Son reliquias que desatan ese lúcido sueño de estar en 30 Avenue Montaigne mientras Monsieur regresa la elegancia tras la Segunda Guerra Mundial. El diálogo es dinámico y con cierto sentido romántico —valor principal de la maison—, dejando resaltar la toile du jouy con el tie-dye dimensional.

El Saddle Bag, ya un objeto icónico de la casa, regresa impresa en 3-D. Y para el jet setter, una serie de maletines creados en colaboración con Rimowa, firma liderada por Alexandre Arnault. Entre ellos, un estuche para la champaña, un backpack y una maleta de mano para llevarla contigo en el avión.

La noción principal fue la visión al futuro. Y es que de acuerdo a Kim Jones, es importante repasar el pasado para fijar una línea. Eso vive en la esencia de Dior como maison y de Jones como diseñador. De ahí que el creativo sea tan acertado en su toma de decisiones para encantar al mundo con cada uno de sus lanzamientos.

*IMÁGENES: Cortesía de Dior