Amarillo es el nuevo color con el que sorprende la duquesa de Sussex, poniendo punto (¿y seguido?) a su tono insignia, baby pink.

Una más para Meghan Markle en donde se despide del messy bun y su color insignia (antes de esta aparición), el baby pink. La duquesa de Sussex asistió junto a su esposo a la Commonwealth Youth Challenge Reception luciendo un espectacular vestido amarillo con delicado cuello bateau de Brandon Maxwell y stilettos nude.

Esta es la primera vez que vemos a Markle en un color tan vibrante como este. Usualmente, la duquesa acostumbra a vestir una paleta más neutra y relajada. Sin embargo, y como bien lo conocemos, el estilo de Meghan es rebelde. Ya adaptada a los protocolos de vestimenta (el largo de los vestidos, por ejemplo) la royal vuelve a dar de qué hablar con los brazos descubiertos —extraño ver en eventos oficiales—.

En cuanto a su beauty look, la duquesa cambió el messy bun que acostumbra a lucir cuando se trata de un evento sin fascinator ni pamela y, optó por un low bun. Como toque final, un make-up natural.

Con esta nueva prueba de la royal más cool del momento, el amarillo se apoderará del verano. ¿Será momento de replantearnos el Gen-Z yellow? Aunque Meghan haya puesto la prueba en un tono más brillante, quizá estemos a punto de presenciar una ola de amarillos en el street style —nos vemos en septiembre—.

*IMAGEN: Getty Images