El Pulitzer reconoce el álbum Damn de Kendrick Lamar como uno de los más impactantes de nuestros tiempos. Esta es la primera vez que un rapero se lleva el premio.

El primer rapero, y simplemente de otro género de música que no sea jazz o clásica, en ganar uno de los premios más reconocidos, el Pulitzer. Pero, ¿por qué ha pasado tanto tiempo? Kendrick Lamar ha demostrado que la música es más allá que beats y una voz hablando con ritmo. Quizás en algún momento hayas pensado que Kanye West —quien se considera un Dios y bueno, quedó claro que no lo es— se lo pudiera llevar, pero Lamar acaba de romper con la importante barrera.

Su álbum Damn es más que un disco de hip-hop, un tributo a la igualdad de raza, un rechazo al gobierno de los Estados Unidos, y una protesta. Y claro que todo aquel que se llame rapero, diría que en realidad el hip-hop es eso. Sin embargo, la letra de cada una de sus catorce canciones inspira un sin fin de sentimientos autónomos causados por la catarsis del presente.

El Pulitzer no es un premio codiciado en la industria de la música, más bien en el periodismo. Pero el premio de Lamar seguramente abrirá un deseo entre aquellos que aspiran ser tan empoderadores en la música.

The New Yorker llamó este logró más significativo para la organización que para Lamar. Y en realidad, la razón está, como The Guardian atribuye, en que el rapero es vocero de estos tiempos. Damn trascenderá, no como un simple álbum galardonado, sino como un testamento del 2017.

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