Moda
En su más reciente viaje a la costa italiana, Katy Perry nos demostró que aún con su alter ego espacial, disfruta de los placeres más mundanos.
Esta semana, Katy Perry nos dio una lección de que las celebridades son como nosotros.
Los paparazzis siempre buscan retratar su lado más oscuro –sin photoshop ni retoque– y es así como nos damos cuenta de que ni siquiera en Hollywood, son tan perfectos los pintan.
Ahora, tocó el turno a la intérprete de “Bon Appétit”, quien fue fotografiada en la costa italiana comiendo pollo tirada en la arena, sin glamour ni poses. Incluso, con la típica pancita pre-digestión y sin aparente preocupación al respecto. Como debería de ser.
Por otra parte, están quienes se defienden. Cómo olvidar las imágenes de Kim Kardashian en las playas de Punta Mita que mostraban su celulitis.
Aún y que en varias ocasiones ya había sido captada al natural, la señora West aseguró que estaban editadas ¿En serio?
Finalmente, hay quienes abrazan las imperfecciones e incluso, las celebran. La modelo plus-size, Ashley Graham es un verdadero ejemplo a seguir.
Al aceptar su cuerpo, su carrera ha despegado de manera inimaginable y la ha puesto en las portadas de las revistas más reconocidas. Su cuenta de Instagram también es fuente de inspiración para quienes no se atreven a aparecer sin filtros. A la morena, poco le importa lo que digas de ella.
Esto no es un body shaming; esto es un aplauso a Katy Perry y a quienes luchan por ser ellas mismas. Una muestra de que podemos empoderar nuestros propios cuerpos y no estarnos preocupando por parecer siempre perfectas.
*FOTOS: Splash News / @theashleygraham.