Desde el inicio del proyecto de colecciones colaborativas de Jean Paul Gaultier en 2021, varios diseñadores han dejado su huella, pero pocos lo han hecho con la audacia de Nicolas Di Felice.

A pesar de ser uno de los más recientes en unirse a esta iniciativa, Di Felice ha demostrado ser un innovador formidable en la pasarela, dejando una impresión duradera en la presentación de la colección de Alta Costura Otoño 2024 de Gaultier.

La atmósfera en la sede de JPG era sofocante, no solo por el mal funcionamiento del aire acondicionado, sino por la intensidad y la energía de la colección presentada.

Desde su llegada a Courrèges, Di Felice ha revitalizado la marca, atrayendo a una nueva generación con su estilo audaz y vanguardista. Esta misma energía se trasladó a su colaboración con Gaultier, donde su enfoque fresco y moderno se combinó perfectamente con la herencia del diseñador francés.

Di Felice, quien creció en Bélgica, recuerda vívidamente el impacto de Gaultier en su juventud, especialmente el icónico sujetador cónico usado por Madonna.

Este recuerdo se transformó en una celebración de la diversidad y la libertad que Gaultier siempre ha representado. “Para mí y para tantas personas queer y diferentes, él representaba a París, una ciudad donde todo es posible”, comentó Di Felice, subrayando la influencia duradera de Gaultier.

La colección narró una metamorfosis, comenzando con prendas cubiertas y austeras que poco a poco revelaban más piel. Las chaquetas y vestidos de manga larga, faldas largas y escotes altos evolucionaron gradualmente, mostrando hombros, cabezas y finalmente desnudando caderas en un crescendo de sensualidad y liberación.

Este proceso de descubrimiento erótico recordó a las audaces presentaciones de Di Felice en Courrèges, pero con un toque de sofisticación que sólo la alta costura puede ofrecer.

Cada look de la colección se inspiró en piezas de archivo de Gaultier, con un hilo conductor inusual: el corchete. Encontrados en una muestra de tela bordada en los archivos de Gaultier, estos elementos sirvieron como el tejido conectivo para los diseños de Di Felice, estructurando sus formas estrechas y ajustadas en lujosas telas como gabardina de soie, gazar y tafetán.

“Pude hacer cortinas que no serían posibles sin esta técnica”, explicó Di Felice, destacando la versatilidad y adaptabilidad de sus creaciones.

La colección también incluyó un vestido lencero con corchetes que permitían ajustar la exposición, y un impresionante vestido de cota de malla hecho con 40,000 corchetes interconectados, mostrando una combinación de fortaleza y fragilidad.

*IMAGEN: Jean Paul Gaultier