J.K. Rowling, autora que alcanzó toda la fama gracias a ser la creadora de las historias y personajes de Harry Potter, reclutando millones de fans por todo el mundo, se ha convertido ahora en tú-sabes-quien – Voldemort – al no poder ser nombrada en algunos espacios.

El último lugar que se ha unido al veto de la autora es el Museo de Cultura Pop de Seattle, lugar constantemente visitado por fans de Harry Potter. La decisión ha sido tomada como reacción a ciertos comentarios que Rowling hizo que han sido considerados “ofensivos, odiosos y homófobos”.

En una publicación de blog del mes de marzo, el gerente del proyecto del Museo de Cultura Pop de Seattle, Chris Moore, criticó a Rowling por sus comentarios “odiosos” y anunció cómo procedería el museo con las exhibiciones relacionadas con Harry Potter.

“Hay una cierta entidad fría, despiadada y chupadora de alegría en el mundo de Harry Potter y, esta vez, en realidad no es un Dementor”, comenzaba la publicación. Centrándose principalmente en su comentario transfóbico, la publicación también hacía referencia a la gran cantidad de quejas relacionadas dirigidas a la autora, incluido “el apoyo de los creadores antisemitas, los estereotipos raciales que usó al crear personajes, el mundo mágico increíblemente blanco, la vergüenza gorda, la la falta de representación LGBTQIA+, la perspectiva súper relajada sobre el fanatismo y la otredad de aquellos que no encajan en el mundo mágico estándar, y mucho más”.

A raíz de la controversia, los curadores de este museo decidieron eliminar el nombre y la imagen de Rowling de varias galerías para “reducir su impacto”. La publicación del blog agrega que “no es una solución perfecta, pero es lo que pudimos hacer a corto plazo mientras determinamos las prácticas a largo plazo”.

Aunque los recuerdos de las películas de Harry Potter todavía se incluyen en la galería “Fantasy: Worlds of Myth and Magic“, la autora ya no se cita en la exhibición.

“Si bien la serie de Harry Potter es un actor importante en la esfera de la cultura pop, queríamos dar crédito al trabajo de los actores, creadores de utilería y diseñadores de vestuario en nuestra galería de Fantasía”, explicó la publicación. “Aprendimos que Tú-Sabes-Quién era un problema, por lo que verás los artefactos sin ninguna mención o imagen de la autora”.

De esta manera, esas medidas que se anunciaron y planearon desde marzo, han hecho efecto este mes de agosto.

J.K. Rowling ha sido criticada durante mucho tiempo por organizaciones LGBTQIA+ y miembros de su propia base de seguidores por reiterar una retórica hiriente vinculada al movimiento TERF (feministas radicales trans exclusivas), que postula la creencia de que las mujeres trans no son mujeres.