En la pasarela, el legado experimental de Issey Miyake se traduce en una propuesta que combina rigor arquitectónico con frescura lúdica. La colección Spring 2026 Ready-to-Wear captura la atención desde el primer momento al presentar formas amplificadas, cortes inesperados y un manejo cromático que convierte cada salida en un manifiesto visual.

El rosa pastel se funde con tonos violeta profundo para crear contrastes que transmiten energía sin abandonar la elegancia. A su vez, el verde en diferentes gamas se convierte en protagonista, ya sea en trajes deconstruidos con proporciones sobredimensionadas o en pantalones de caída amplia que se mueven con soltura. Los blancos aparecen como pausas estratégicas que iluminan la narrativa, mientras que destellos de rojo inyectan fuerza y tensión dramática.

Las siluetas juegan con lo desestructurado. Sobresalen chaquetas deconstruidas que parecen fragmentarse en capas asimétricas, pantalones amplios que rozan lo escultórico y camisas que desafían el convencionalismo con mangas o proporciones alteradas.

Cada pieza responde a un diálogo entre lo funcional y lo conceptual, reafirmando el espíritu innovador que caracteriza a la casa japonesa.

En cuanto a texturas, Miyake opta por materiales que alternan rigidez y fluidez. Los tejidos técnicos se combinan con algodones ligeros que permiten la movilidad del cuerpo, mientras que las superficies planas contrastan con pliegues sutiles que aportan tridimensionalidad. Esta fusión entre lo estructurado y lo ligero traduce la filosofía de movimiento, esencial en la visión del diseñador.

Los accesorios se convierten en extensiones de la narrativa. Lentes angulares en tonos oscuros, cinturones que marcan la cintura de forma gráfica y calcetería que se funde con el calzado aportan un aire futurista. Todo ello potencia una estética que oscila entre la elegancia minimal y un gesto irreverente hacia el vestir tradicional.

Más allá de la estética, esta colección dialoga con el presente y plantea cómo vestir puede ser una forma de expresión dinámica y cambiante. Miyake ofrece un repertorio donde cada prenda parece tener vida propia, invitando a reflexionar sobre la moda como performance en movimiento.

Un despliegue que confirma que el universo Miyake continúa expandiéndose con fuerza y coherencia en la escena global.

*IMAGEN: Google Images