Moda

El mate, ese acabado que ha dominado el maquillaje durante más de una década, ha cedido su trono. En su lugar, el “Glossy Glam” se impone con fuerza. Se trata de una tendencia que celebra el brillo, la textura jugosa y una luminosidad totalmente contraria a lo mate.
Más que una moda pasajera, el glossy glam responde a una nueva filosofía de belleza que apuesta por lo natural, lo saludable y lo sensorial. En otras palabras, es la evolución del clean look, pero con un toque de luz.
Pieles frescas, visiblemente hidratadas, con acabados húmedos y radiantes. Labios brillantes que recuerdan a la estética de principios de los 2000, párpados con texturas translúcidas que capturan la luz y pómulos resaltados con bálsamos luminosos en lugar de polvos opacos. Todo esto da como resultado un rostro con efecto “de cristal”, como justo después de una sesión de spa.
Las pasarelas de moda Primavera-Verano 2025 dejaron claro que este estilo llegó para quedarse. Firmas como Chanel, Fendi y Simone Rocha apostaron por párpados con gloss transparente, labios casi vinílicos y mejillas con efecto de rocío, mientras que las celebridades se han convertido en embajadoras de esta estética brillante.
Más allá de lo visual, el glossy glam también refleja una evolución cultural. En un mundo que empieza a cuestionar los filtros digitales y celebra la piel real, este tipo de maquillaje prioriza la textura, la luz natural y la individualidad. Ya no se trata de cubrir, sino de resaltar. De ahí el auge de productos como los aceites faciales, los tintes labiales con acabado glow y las sombras en gel.
Esta tendencia de maquillaje es perfecta para climas cálidos, donde el acabado mate suele parecer acartonado. Además, se adapta a todos los tonos de piel, resaltando el brillo natural y la diversidad de los rostros.