En la primera temporada ella opera en las sombras. Vimos que es una persona con una destreza muy fina, también vimos qué tan política puede ser; en la segunda temporada tiene que tomar riesgos, avanzar, tiene que usar su voz de una manera que no habíamos visto antes. Hay momentos en esta temporada que la definen, yo estaba muy ansiosa de poder hacerlos, son importantes para el personaje, para mí como actriz y para la historia en general. Creo que la gente va a apreciarla más después de esta temporada. Tony Gilroy (show runner y escritor de la serie) escribió sus personajes con muchas capas, pero también les da a sus actores la oportunidad de sumar, ¿Cuáles fueron tus aportaciones a Mon Mothma?

Lo que Tony hizo fue mantener una relación muy cercana con cada uno de nosotros. Me llamaba el fin de semana y me contaba sus planes, lo que escribía, y hablábamos mucho. Recuerdo haberle dicho el tipo de cosas que una mujer como Mon haría, él era muy receptivo, me dijo que tenía razón. Después de eso escribió una gran escena, es un creador extraordinario. Tiene tantas ideas, pero te dedica tiempo y eso no es muy usual, es muy generoso, toma el tiempo para conectar con actores, platicar, escuchar. A veces venía con algunas escenas y me preguntaba qué opinaba. ¿Cómo se traduce eso a la hora de filmar?

Nos hacía llegar más ligeros a set, todos estábamos muy enfocados en lo que teníamos que hacer. Tony es un director muy preciso, él hizo de Andor un lugar de trabajo realmente importante para mí, porque todos jugamos su juego.
Con Mon Mothma interpretas a una mujer que tiene que estar actuando todo el tiempo porque es una senadora del Imperio que ayuda a los rebeldes, ¿como actriz representa un reto mayor?

A menudo cuando juegas con los personajes guardas sus secretos. Cuando abordo un personaje me pregunto justo cuáles son sus secretos. Lo que es diferente en Andor es que tú, como audiencia, conoces justo sus secretos, así que hay una relación real entre el personaje y el público, porque no solo ves la actuación del personaje, sino también lo que hay detrás de esa pantalla que ella misma creó. Eso es hermoso en Andor. En esta temporada de Andor se recorrerán cuatro años, ¿fue más complicado interpretar a Mon en un lapso tan grande de tiempo?

Fue una experiencia fuera de lo normal porque tuvimos que grabar casi siempre en bloques. De hecho, empezamos con el episodio 4 de la serie, porque creo que es lo que hacen en Star Wars (risas), luego hicimos del 7 al 12 y después volvimos al 1, 2 y 3. La idea es que en cada uno de los
tres episodios que, se supone conforman un año, entres en un momento específico. Como actor hacer eso fue muy interesante, porque ese tipo de cosas las haces en las películas, no en las series.