Moda
Reinventarse. Reintrepretar. Revolucionar. Estas tres palabras se refieren al espíritu de Cartier que presentó sus novedades en el marco del Watches & Wonders en Ginebra, Suiza.
Clásicos reivindicados, nuevas versiones de códigos, el arte de medir el tiempo concebido como una joya, la maison relojera arriesga y una vez más… ¡gana!

“El relojero de las formas”, así es como se le conoce en el medio que ya hace magia con su experencia y el savoir-faire de los artesanos que conforman la casa.
Cada año se presentan nuevas piezas o modificaciones a las ya existentes que los coleccionistas —y los no coleccionistas— esperan con entusiasmo pues son esos relojes excepcionales los que se convierten en verdaderos objetos de deseo. He aquí una breve selección de ellos.

Tank à Guichets.
Dedicada a los amantes de la relojería, en esta pieza la hora se lee de manera distinta. Este reloj fue fabricado por primera vez en 1928 y ofrece una visualización numérica de la hora. Tiene un calibre especial y el movimiento de 9755MC de cuerda manual con horas saltantes y minutos continuos en el disco. La apertura de las horas es a las 12 y la de los minutos a las 6 horas. La corona de cuerda está ubicada a las 12 horas, igual que en la pieza original. El cepillado de oro o platino es lo que sublima esta pieza.

Tressage.
Es el nombre de esta pieza cuyas versiones impactan desde la primera mirada. Volúmenes en oro amarillo, en oro blanco con diamantes, laca negra, resistente al agua y en colores dignos de coleccionarse. Tressage. Esta escultura relojera fue creada para contemplarse: oro amarillo, volúmenes en diamantes y piedras preciosas. Esta pieza deja sin palabras a cualquiera.

Panthère.
Un reloj joya que conecta ambas disciplinas a través de una pantera tridimensional que se detiene justo en el punto de abalanzarse, el brazalete toi&moi con el felino en un extremo y el reloj en el otro. El cuerpo está en movimiento, manchas y nariz en ónix, detalles en orejas y hasta las almohadillas bajo las patas. Ojos de esmeralda, una nueva forma de medir el tiempo con la elegancia y el rugido de una pantera.
Otra versión del reloj Panthère representa un fabuloso pelaje abstracto, ¿cebra o tigre? Laca negra y marrón dorado, pavé de diamantes y espesartitas naranjas y amarillas. El trabajo minucioso del lacado y el montaje de precisión absoluta, 145 diamantes talla brillante culminan la pieza y reafirman la excelencia de los artesanos de la casa. ¿Cuál te gusta más?
