Casi 30 fans de Taylor Swift, a lo largo de 13 estados en Estados Unidos, están demandando a Ticketmaster por la forma en que manejó la venta de boletos para su próximo Eras Tour. Ellos, más otros miles de fans de la cantante, fueron incapaces de conseguir entradas para el tour debido a “fallas” en la plataforma.

De acuerdo con documentos obtenidos por Deadline, la demanda se presentó el viernes 2 de diciembre en el Tribunal de Distrito del Condado de Los Ángeles. Live Nation Entertainment, la empresa matriz de Ticketmaster con sede en California, fue acusada por 26 demandantes de violar la Ley Cartwright y la Ley de competencia desleal del estado. 

En concreto, los demandantes acusan a Live Nation de fraude, fijación de precios, violaciones antimonopolio y “tergiversación intencional”.

“Millones de fanáticos esperaron hasta ocho horas y no pudieron comprar boletos”, dice la demanda. Estas personas alegan que Ticketmaster “intencional y deliberadamente” engañó a los compradores de boletos “al permitir que los revendedores y bots accedieran a la preventa de TaylorSwiftTix”.

Si bien algunos fanáticos pudieron obtener los boletos tan codiciados, la experiencia dejó a la mayoría con frustración, molestia y sin boletos, encontrándolos minutos después a precios muy elevados – entre $400 y $31,000 dólares o más por un solo boleto – en sitios web de reventa como StubHub y SeatGeek.

Los boletos se pusieron en preventa el 15 de noviembre para los usuarios que calificaron para el programa Verified Fan de Ticketmaster y, en cuestión de minutos, la gente se quejaba de los errores del sitio y las largas esperas, con algunos fanáticos haciendo fila durante más de cinco horas.

La demanda continúa alegando que la expansión de Ticketmaster en el mercado secundario de boletos y sus acuerdos con los estadios obligaron a “los fanáticos a comprar boletos más caros” de los cuales Ticketmaster recibió “cargos adicionales cada vez que se revendieron los boletos”. La demanda también afirma que la compañía “intencionalmente” proporcionó códigos “cuando no pudo satisfacer la demanda de boletos”.

“Hay una multitud de razones por las que a la gente le costó tanto conseguir entradas, y estoy tratando de descubrir cómo se puede mejorar esta situación en el futuro”, dijo Taylor en un comunicado el 18 de noviembre. “No voy a poner excusas a nadie porque les preguntamos, varias veces, si podían manejar este tipo de demanda y nos aseguraron que podían”.

Ticketmaster emitió una declaración en la que se disculpaba con Taylor Swift y sus fanáticos, pero eso no fue suficiente para ellos. La demanda busca una multa civil de $2,500 por infracción, así como los honorarios de los abogados y cualquier compensación adicional que considere el tribunal.