Así como la falda de encaje fue un imprescindible del cambio de temporada, hay otra prenda que se vuelve indispensable para el regreso a la oficina: la falda lápiz. Presentada por primera vez por Christian Dior en los cincuenta, la falda lápiz se convirtió rápidamente en un básico del guardarropa de la posguerra, y —a diferencia de las faldas amplias del New Look— esta silueta se caracterizó por abrazar las caderas, otorgando así una nueva silueta femenina.

Falda lápiz: la prenda más buscada para ir a la oficina
Miu Miu: Falda de seda midi – La delicada transparencia de la seda y un corte minimalista se unen para reinterpretar la feminidad sofisticada de esta falda de largo medio, donde la sastrería depurada se encuentra con el color vibrante en looks audaces y superpuestos.

La falda lápiz, una prenda que ha pasado por décadas en la historia de la moda

La falda lápiz ha sido apta tanto para la oficina como para el glamour del cine: se ha visto tanto en los looks ceñidos de Marilyn Monroe como en las secretarias de los años cincuenta entrando con paso firme al mundo laboral. En las décadas que siguieron, la falda lápiz se convirtió en un básico del vestuario profesional femenino. En los años ochenta, fue un elemento clave del “power suit”, a menudo combinada con un blazer y hombreras, reflejando el creciente número de mujeres que se incorporaban al trabajo formal.

Falda lápiz: la prenda más buscada para ir a la oficina
Prada: Falda lápiz Re-Nylon – La falda lápiz se reinterpreta con detalles innovadores y volúmenes ligeros que aportan un encanto contemporáneo a la silueta clásica. Confeccionada en Re-Nylon, el emblemático hilo de Prada elaborado a partir de nylon regenerado, este diseño combina líneas depuradas con elementos refinados y versátiles. La prenda híbrida se completa con la icónica firma del logo triangular esmaltado en metal.

Esta pieza clásica se puede incluir fácilmente en cualquier look para el diario. Destaca las curvas naturales del cuerpo, realzando un lado de mayor feminidad, y puedes combinarla con tops, camisas y camisetas. Las longitudes pueden variar desde arriba de la rodilla hasta más largas.

En las pasarelas más recientes, firmas como Miu Miu, Prada, Michael Kors, Chanel, Fend, 16Arlington y más dieron paso a las faldas lápiz en colecciones Ready-to-Wear que examina esta prenda con una pausa al diseño clásico y las fabrica con telas más fluidas, tejidos vibrantes y bordados más originales.

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Michael Kors: Falda lápiz de crepé con abertura – Esta falda lápiz depurada está confeccionada en un lujoso crepé de mezcla de lana y desprende una elegancia urbana. Hecha en Italia, la silueta clásica se estiliza con líneas largas y esbeltas, acentuadas por una abertura dramática que deja entrever la pierna. Combínala con una tank top ajustada y sandalias de piel en un tono maquillaje.

Cómo combinar una falda lápiz para ir a la oficina

Hoy en día, la falda lápiz sigue siendo una pieza atemporal y versátil de la moda. Es un básico del guardarropa que puede adaptarse a diversas ocasiones, desde un look pulido para la oficina (con un blazer o cinturón ancho) hasta una salida nocturna (con stilettos o joyería dorada XL).

La falda lápiz ofrece múltiples posibilidades de estilo según la ocasión. Para un look clásico y sofisticado, se puede llevar en tonos neutros como negro, azul marino o gris, combinada con una camisa de botones entallada o una blusa de seda, siempre fajada para lograr una silueta pulida. En su versión más profesional, se transforma en un “power suit” al conjuntarla con un blazer a juego, ideal para reuniones de negocios o entornos formales, especialmente si se elige en telas refinadas como lana, tweed o mezclas de algodón de alta calidad, complementando con tacones cerrados o mocasines.

Falda lápiz: la prenda más buscada para ir a la oficina
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En contraste, para un estilo más casual y cotidiano, la falda lápiz puede reinterpretarse en denim, punto o jersey, combinada con una camiseta sencilla o un tank top, y rematada con capas como una chamarra de mezclilla, una biker de piel o un suéter oversize, cambiando los tacones por sneakers, flats o botines que aporten un aire dressy casual.

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