Blake Lively se encuentra en el centro de una controversia que ha puesto bajo los reflectores el trato a las actrices en Hollywood. La actriz ha presentado oficialmente una demanda por acoso sexual contra Justin Baldoni, director de It Ends With Us, y otros asociados.

Fue el martes 31 de diciembre de 2024 que Lively presentó una demanda federal en Nueva York acusando a Baldoni y a Wayfarer Studios de acoso, y de liderar una campaña coordinada para desprestigiarla tras denunciar maltratos en el set. 

Según la actriz, el plan incluía tácticas como manipular conversaciones en redes sociales y filtrar información negativa para dañar su imagen.

Entre las acusaciones, destaca el supuesto comportamiento inapropiado de Baldoni y Jamey Heath, productor de la película, quienes habrían hecho comentarios ofensivos sobre los cuerpos de las actrices y presionado a Lively para revelar detalles íntimos de su vida.

Blake acusa a Baldoni y al estudio de embarcarse en un “plan de múltiples niveles” para dañar su reputación después de una reunión en la que ella y su esposo, el actor Ryan Reynolds, abordaron el “acoso sexual repetido y otro comportamiento perturbador” por parte de Baldoni y Heath.

El abogado de Baldoni ha tachado las acusaciones de Lively de “completamente falsas, escandalosas e intencionadamente subidas de tono”, mientras el director enfrenta su propia batalla legal contra el New York Times por difamación, exigiendo al menos 250 millones de dólares y alegando que el periódico ignoró pruebas clave para favorecer a la actriz. 

Como era de esperarse, esta disputa también ha puesto en el ojo público las dinámicas de poder en Hollywood y cómo estas afectan a las mujeres de la industria.

Blake Lively ha sido clara en que no planea retractarse, mientras Baldoni busca defender su nombre a toda costa.