Moda

María Fernanda Beltrán, originaria de Sinaloa, brilló como una de las favoritas en el certamen de Miss Universo 2024, alcanzando el tercer lugar en una competencia repleta de talento.
La gala, celebrada en la Arena Ciudad de México, fue el escenario donde la joven de 24 años cautivó al jurado y al público con su carisma, presencia escénica y conmovedora historia de superación.
Desde su infancia, María Fernanda enfrentó desafíos personales que moldearon su carácter. Marcada por episodios de bullying debido a su altura, sufrió apodos como “la jirafa” y “la tora”.

Sin embargo, encontró apoyo en su madre y una amiga cercana, quienes la alentaron a ver su altura como una ventaja distintiva. Esta experiencia temprana no solo fortaleció su resiliencia, sino que también encendió en ella un deseo de empoderar a otros.
En cuanto a su formación, María Fernanda combina una sólida base académica con una preparación artística y empresarial. Es licenciada en Mercadotecnia y Comunicación Social por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), y actualmente cursa una maestría en Inteligencia Artificial.
Esta combinación de conocimientos le ha permitido destacarse en el mundo de los concursos de belleza con un enfoque moderno y multifacético.
El dominio de los idiomas inglés y francés le ha abierto puertas en escenarios internacionales, mientras que su pasión por la música – toca el violín, el piano y canta – le otorga un matiz artístico que la diferencia de otras competidoras.

Además de su éxito en los certámenes, María Fernanda es empresaria y creadora de su propia línea de maquillaje, Glaze CLN, conocida por sus productos personalizados.
No obstante, su compromiso social es lo que más resuena. Es fundadora de Marbe Fundación, una organización dedicada a combatir el ciberacoso y el bullying, causas que le son profundamente personales. A través de talleres y campañas, busca crear un entorno digital seguro, inspirando a otros a transformar el dolor en poder, como ella misma lo hizo.
María Fernanda Beltrán se posiciona no solo como una reina de belleza, sino como un símbolo de perseverancia, inteligencia y altruismo. Con su ejemplo, redefine lo que significa ser una Miss Universo: una mujer completa, capaz de liderar con empatía y visión.
*IMAGEN: Google Images